Era mujer, religiosa, paraguaya y emigrante. Se la llevó Dios al cielo en la madrugada del sábado. Bien se merece un homenaje de quienes vivimos al lado de ella en Buenos Aires.
La Hermana Berna, como le llamábamos con cariño, perteneció a la Congregación del Divino Maestro. Lo cual significó que sus hermanas argentinas ayudaran a los paraguayos emigrantes. Y con su ejemplo que la emigración en Buenos Aires se acercara con su guaraní y su Virgen de Caacupé al frente, a los párrocos argentinos para ser recibidos por ellos e integrados en sus iglesias y capillas. Esta ayuda de la Hª Berna fue decisiva para los equipos emigrantes de paraguayos, chilenos, bolivianos y uruguayos.
Otro rasgo de la Hª Berna fue su entrega, animando siempre y haciéndose cargo de las mayores tragedias. Con Berna no se podía estar triste, y esto en la emigración es muy valioso.
Humilde y sencilla, pobre como el más pobre emigrante recién llegado, alma de la misión que da cada año en Buenos Aires la Iglesia del Paraguay. Y era una de las que más disfrutaba en la Festividad de la Virgen de Caacupé en Buenos Aires, que cada año reúne más de 150.000 personas.
¡Que Dios premie en su cielo a esta gran mujer, gran religiosa, gran paraguaya , que dedicó su vida al servicio de nuestros emigrantes en Buenos Aires!.
La Hermana Berna, como le llamábamos con cariño, perteneció a la Congregación del Divino Maestro. Lo cual significó que sus hermanas argentinas ayudaran a los paraguayos emigrantes. Y con su ejemplo que la emigración en Buenos Aires se acercara con su guaraní y su Virgen de Caacupé al frente, a los párrocos argentinos para ser recibidos por ellos e integrados en sus iglesias y capillas. Esta ayuda de la Hª Berna fue decisiva para los equipos emigrantes de paraguayos, chilenos, bolivianos y uruguayos.
Otro rasgo de la Hª Berna fue su entrega, animando siempre y haciéndose cargo de las mayores tragedias. Con Berna no se podía estar triste, y esto en la emigración es muy valioso.
Humilde y sencilla, pobre como el más pobre emigrante recién llegado, alma de la misión que da cada año en Buenos Aires la Iglesia del Paraguay. Y era una de las que más disfrutaba en la Festividad de la Virgen de Caacupé en Buenos Aires, que cada año reúne más de 150.000 personas.
¡Que Dios premie en su cielo a esta gran mujer, gran religiosa, gran paraguaya , que dedicó su vida al servicio de nuestros emigrantes en Buenos Aires!.
HOla Pai Oliva, Gracias por estas bellas y justas palabras sobre nuestra querida tia, Bernardina Candia. Ella fue un ejemplo, tal cual la describis. Te queria comentar su otro lado, el de la familia. Tia MOnji, como la llamabamos nosotros, nos acompaño generosamente en cada momento importante de nuestras vidas, durante todos estos años. Ella siempre tenia palabras espciales para cada uno y cada una, de valoracion y aliento, en cada situación, estaba siempre ahi tanto para celebrar como para consolar, con fe, alegria y sabiduria. Nos sorprendia año a año con su modernidad,ella estaba siempre muy informada, vanguardista como las mujeres Canbdia de su epoca. Supo acompañarnos, mostrarnos nuevos caminos en la fe y la religion y la vida, nos ayudo a mantener vivos los recuerdos y las viviencias familiares.Y con su ejemplo, nos guo en la busqueda permanente de nuevos significados y formas de entender los valores de siempre.
ResponderEliminarSin duda la vamos a extrañar.
Paí Oliva gracias por este homenaje en memoria de nuestra querida Tía Berna, una religiosa sin fronteras, globalizada pero con valores bien arraigados, una persona que encontraba la forma de innovar para no desistir a nuestras creencias y esperanzas, con un corazón generoso que se adelantaba a los requerimientos de los que de una u otra forma se relacionaban con ella, eso explica tanta dedicación y preocupación por los demás, entendía el momento y el lugar que debía ocupar en cada circunstancia, la ansiedad no formaba parte de su equipaje, la respuesta justa, todo tiene su tiempo…
ResponderEliminarUna verdadera institución familiar, no será fácil asumir su ausencia terrenal, pero estoy segura que jamás nos abandonará con sus bendiciones desde el cielo. Dios la tenga en su gloria!.