Tendríamos que cuestionarnos sobre “¿qué vamos a hacer nosotros por Haití?”. Y corre prisa la respuesta porque dentro de unas semanas Haití habrá dejado de ser noticia. Y Haití pasará al olvido.
Entonces, se seguirá reproduciendo lo de antes. El agotamiento de los recursos naturales. Un país con el 70% de analfabetos, con una cifra semejante viviendo en la miseria y con una esperanza de vida que es menor a los 50 años. Con mucha hambre y sin posibilidad de trabajo. Creciendo en riquezas el barrio rico de Petion Ville, en Puerto Príncipe. Curiosamente este barrio apenas sufrió el terremoto por estar en una isla sólida. El poder estará en los matones o en las fuerzas extranjeras de la ONU que, con la excusa de poner orden, seguirán reprimiendo con balas las legítimas protestas ciudadanas para aliviar este infierno social. Y, mientras tanto, el dictador joven, y heredero del dictador viejo Duvalier, seguirá gastando en París las riquezas que robara su familia al Pueblo de Haití.
Es necesario que las naciones del mundo salven a Haití partiendo de sus orígenes gloriosos de ser la primera de América Latina que se independizara y la primera del mundo que suprimiera totalmente la esclavitud. Haití necesita volver a nacer por los mismos haitianos honestos y que sea apoyada sin condiciones generosamente desde el extranjero.
Entonces, se seguirá reproduciendo lo de antes. El agotamiento de los recursos naturales. Un país con el 70% de analfabetos, con una cifra semejante viviendo en la miseria y con una esperanza de vida que es menor a los 50 años. Con mucha hambre y sin posibilidad de trabajo. Creciendo en riquezas el barrio rico de Petion Ville, en Puerto Príncipe. Curiosamente este barrio apenas sufrió el terremoto por estar en una isla sólida. El poder estará en los matones o en las fuerzas extranjeras de la ONU que, con la excusa de poner orden, seguirán reprimiendo con balas las legítimas protestas ciudadanas para aliviar este infierno social. Y, mientras tanto, el dictador joven, y heredero del dictador viejo Duvalier, seguirá gastando en París las riquezas que robara su familia al Pueblo de Haití.
Es necesario que las naciones del mundo salven a Haití partiendo de sus orígenes gloriosos de ser la primera de América Latina que se independizara y la primera del mundo que suprimiera totalmente la esclavitud. Haití necesita volver a nacer por los mismos haitianos honestos y que sea apoyada sin condiciones generosamente desde el extranjero.
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