En febrero del 2.006 había dentro de la Junta de Gobierno del Partido Colorado una fuerte tensión entre las candidaturas para presidente en ella de Osvaldo Domínguez Dibb y del entonces presidente Nicanor Duarte Frutos. ODD significaba el stronismo ortodoxo y NDF el neo-stronismo moderado.
El impedimento para el Presidente Nicanor era el artículo 237 de la Constitución Nacional que dice que “el Presidente debe dedicarse con exclusividad a sus funciones”. El Tribunal Superior de Justicia Electoral mediante una lectura literal descontextualizada de la CN e incorporando a la “exclusividad” el concepto de “incompatibilidad” suspendieron temporalmente a favor de Nicanor la inhabilidad que tenía de llegar a ser Presidente de la Junta de Gobierno del Partido colorado. “Podría ser elegido presidente de ella, pero no podría ejercer el poder en ella, por lo que podría nombrar un sustituto”. Y todo ello fue autorizado por la Corte Suprema de Justicia mediante una medida cautelar.
El impedimento para el Presidente Nicanor era el artículo 237 de la Constitución Nacional que dice que “el Presidente debe dedicarse con exclusividad a sus funciones”. El Tribunal Superior de Justicia Electoral mediante una lectura literal descontextualizada de la CN e incorporando a la “exclusividad” el concepto de “incompatibilidad” suspendieron temporalmente a favor de Nicanor la inhabilidad que tenía de llegar a ser Presidente de la Junta de Gobierno del Partido colorado. “Podría ser elegido presidente de ella, pero no podría ejercer el poder en ella, por lo que podría nombrar un sustituto”. Y todo ello fue autorizado por la Corte Suprema de Justicia mediante una medida cautelar.
Y la ciudadanía al descubrir este engranaje entre una estructura dictatorial que quería prolongarse en el gobierno y el liderazgo político, con la obsecuencia de los otros dos Poderes, en número de 40.000 nos reunimos en la Plaza gritando “Dictadura nunca más”.
Y este fue el primer intento de Nicanor. El segundo lo acabamos de presenciar estos días. En los dos fracasó. Y la respuesta a los dos fracasos ha sido el nacimiento y crecimiento del Proceso de Cambio que queremos y hemos comenzado a tener en el Paraguay.
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