DOS MILLONES DE PARAGUAYOS SEGUIRÁN EN LA POBREZA

Nos hemos alegrado con la noticia de que la economía en el Paraguay crecerá este año el 9,1%. Y por dos razones. Porque nuestro país necesita salir ya del pozo adonde lo arrojaron 60 años de corrupción. Y, porque eran falsos los malos augurios con que ganaderos y sojeros y demás personas que manejan la plata expresaron sus ataques al Ejecutivo. Parece que la politiquería también anidaba en esos niveles pudientes.

Pero, ha crecido la macroeconomía del Paraguay como no lo hacía desde hacía muchos años. Pero, la microeconomía, que es la que llega al Pueblo sigue mal. Más correctamente sigue estancada por los recortes presupuestarios a la salud y educación, por la falta de un impuesto adecuado, como en otras naciones, a los sojeros y empresas y por la suspensión del IRP. A este nivel del Legislativo, la politiquería siempre ha estado presente.

Ha llegado la hora en esta coyuntura de bonanza económica de implantar los impuestos necesarios para que la riqueza de este año sea repartida equitativamente mediante en la salud gratuita sin limitaciones, una educación para todos. La disminución del déficit de viviendas, y construcción de buenas rutas asfaltadas, que además de dar trabajo beneficiarán a todos.

Y como la experiencia da que las conquistas sociales nunca se dieron regaladas sino con la presión popular, es la hora de que la sociedad organizada cumpla su papel exigiéndolo.