Demasiada plata se mueve en el mercado de los transgénicos como para sospechar que muchas veces no se juegue limpio en el. Hoy solamente adelanto algunas ideas que deseo explayar más adelante.
La primera es darnos cuenta en cómo los beneficios de este mercado van a pocas manos mientras que los males que crea los comenzamos a soportar todos. Por ejemplo en el crecimiento macroeconómico de este año, la soja ocupa el primer lugar en ganancias. Ganancias que no contemplan los daños realizados por las semillas transgénicas y por los herbicidas venenosos, que nos están destruyendo a otras semillas nativas o van convirtiendo en cenizas una tierra, que acaba siendo el soporte material. Males que tendrían que ser compensados o revertidos para que no desaparezca la vida en nuestra tierra.
La primera es darnos cuenta en cómo los beneficios de este mercado van a pocas manos mientras que los males que crea los comenzamos a soportar todos. Por ejemplo en el crecimiento macroeconómico de este año, la soja ocupa el primer lugar en ganancias. Ganancias que no contemplan los daños realizados por las semillas transgénicas y por los herbicidas venenosos, que nos están destruyendo a otras semillas nativas o van convirtiendo en cenizas una tierra, que acaba siendo el soporte material. Males que tendrían que ser compensados o revertidos para que no desaparezca la vida en nuestra tierra.
La segunda es la nueva ordenación territorial que se está haciendo en el Paraguay. No ha sido consensuada por los que vivimos en este país, sino que viene decretada desde fuera con inversiones que va ocupando todas las tierras fértiles, suprimiendo productos alimentarios y expulsando a campesinos que tienen que huir a la ciudad y permitiendo que extranjeros ocupen tierras fronterizas que por seguridad ni Brasil ni Argentina permiten a los no nacionales.
La tercera es el no cumplimiento de leyes que regulan a los tránsgénicos y cuyas transgresiones permanecen y no se castigan.¿Por qué esta impunidad?.
La tercera es el no cumplimiento de leyes que regulan a los tránsgénicos y cuyas transgresiones permanecen y no se castigan.¿Por qué esta impunidad?.
Habla usted de un tema agrícola que desconozco, pero que trasunta el poder del dinero, como en tantas cosas; ese vil metal que no tiene nacionalidad ni corazón, sólo más y más ambición.
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