He notado cierta reticencia, si no
rechazo, a que el Papa Francisco venga al Paraguay.
Por motivos religiosos, pocos, en
Iglesias que se llaman cristianas. Alégrense, por favor, porque con su venida esa mayoría del Paraguay católica va
crecer en el amor del Señor Jesús. Y la Fe en Jesús es lo más grande que Uds. y nosotros tenemos. Alégrense con nuestro crecimiento en la
Fe.
Por motivos económicos protestan los que
ganan mucho y son avaros de la plata. La estadía del Papa va a costar, pero las entradas por los centenares de
miles de argentinos y brasileños que van a venir,
superan con creces esos gastos. Aprendamos a invertir, por favor, en un país
como el nuestro, de un gran
porvenir turístico aún inexplorado.
Curiosamente, aquellos (creyentes o no)
más comprometidos con el bien del Pueblo del Paraguay, que luchan por la
justicia sin discriminaciones, son los que, al menos a mí más apoyan cuando
luchaos por esta visita del
Papa Francisco. Y es que creyendo o
no, son los que mejor ha captado el bien que van a recibir del Papa Francisco los pobres, que son
mayoría, en el Paraguay.
El papa Francisco no viene para hacer
propaganda religiosa. Esa no es la táctica
del Señor Jesús. Es ser levadura, sal, luz, camino, mano abierta para todos,
sin discriminación.
Conozco al P. Jorge Bergoglio durante
siete años en Buenos Aires y eso de ser jefe de estado, si estuviera ya en sus
manos, lo dejaría. Por cortesía tiene que hablar con la autoridad política del Paraguay (como Juan Pablo II lo tuvo
que hacer con el dictador). Pero que no esperen los politiqueros lucrarse con
su presencia.
El Papa Francisco viene a estar con
todos, pero especialmente con los más abandonados del Paraguay; los indígenas,
campesinos, bañadenses, pobladores del Departamento de Concepción, presos políticos, etc…
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