martes, 30 de diciembre de 2014

EL AÑO VIEJO SE VA


Y se va sin pena  ni gloria para muchos paraguayos y paraguayas.
Lo cual no quiere decir que en otras dimensiones no haya habido cosas buenas y muy buenas. La elección del Papa Francisco sigue trayendo aire fresco a la Iglesia e inclusive al mundo entero. Raúl Castro desde Cuba ha agradecido el apoyo y la intervención de Francisco en un  acercamiento entre Cuba y los EE.UU. Las luchas campesinas y bañadenses por una justicia mayor, también hay que tenerlas en cuenta. Y el sentido  de la “conciencia despierta” crece  y se extiende en el Paraguay.
Pero, se va un año que para la mayoría ha sido un triste año.
Me refiero,  a la realidad vivida por los pobres del Paraguay. “No es vivir, sino sobrevivir y sin futuro el saber de cierto que solamente tengo para comer hoy y el sospechar que si mañana llueve no habrá nada” (Reciclador).
Ponerse enfermo este año ha sido  ir camino de la muerte. Pocos médicos  y ausencia de medicamentos. ¿Dónde están, si dicen que los compraron?  ¿Y, si no los compraron por aquello de que Haciendo siempre dice que no hay plata?
Para los inundados de los Bañados fue un año heroico. Ni la Municipalidad ni Emergencia admitieron que existiera emergencia. ¿Por qué? ¿No estaban preparados o no quisieron? Habría que dar un Premio colectivo a los bañadenses que ayudaron a sus compañeros, aunque luego también a ellos los tuvieron que ayudar. En cuanto a la Municipalidad y Emergencia, habría que haber destituido con vergüenza a sus dirigentes (Samaniego espera ser reelegido).
Paraguay este año se entrampó con bonos  por treinta años.
El Presidente vetó el 15% de impuesto a los sojeros, pero, quiso imponer IVA a los que venden yuyos. Esto parece un  chiste malo.
Los militares fueron a luchar al NORTE. Sólo consiguieron la muerte de  campesinos inocentes y meter miedo en los pobladores.

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