viernes, 19 de diciembre de 2014

RECOBRAR EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD

        

La Fiesta de la Navidad ha tenido su aventura. Sustituyó a la fiesta pagana romana del Sol Naciente. Fiesta popular de convites y comidas, con alegría y regalos. ¿Qué sol naciente mejor que el Niño Jesús que nació en Belén?, se dijeron los primeros cristianos. Y esta decisión pegó tan fuerte que, a los pocos años, nadie ya casi se acordaba del Sol Naciente y todos celebraban la Fiesta de Jesús.
Con el tiempo en esto influyó decididamente el espíritu alegre y creativo de Francisco de Asís con su nacimiento interpretado con personas. Su ejemplo recorrió el mundo entero.
 Han pasado siglos. Y esta fe de lo que representaba la Navidad está en crisis. Ahora aflora lo que era secundario como la comida, los regalos con el añadido del consumismo moderno. Así el sentido profundo de la Navidad, como recuerdo del nacimiento de Jesús, se va perdiendo.
¿Se puede recobrar el genuino y verdadero sentido cristiano de la Navidad?
Respondo afirmativamente, pero en el entorno de la   nueva cultura de la  nueva época que va naciendo. Algo que se realizará poco a poco y de “otra forma”. ¿Ponemos nuestro compromiso cristiano para esta recuperación? Sí, pero no debemos de perder el tiempo en luchar por quitar lo secundario que la desvirtúa. Insistamos en  el karakú de la Navidad.
Es necesario encontrar el verdadero camino de Jesús y pasar de una fe anclada en el culto y en una práctica que suponemos, erróneamente, salvadora a la esencia de  la fe cristiana. El Reino de Dios y su justicia deben de ser lo principal. Y los pobres, donde reside Dios, el lugar teológico por excelencia. Y todo esto tiene  influencia en lo social y lo político y lo cultural y lo económico.
Y entonces en la Navidad celebraremos el nacimiento de un niño que, cuando sea mayor, vivirá todo lo anterior y nosotros con Él.

           

1 comentario:

  1. Que macana esto del espiritu de la navidad pa i. Viene un gordo de rojo inventado por Coca del imperio a decirnos que es el rey de fin de año. Traermos un pino del norte y lo insalamos en nuestra cas, y solo unos pocos iluminados sabe que este arbol representa a Astarte, al dios arbol de una lejana tribu antigua de lso tiempos biblicos. Rodeamos al arbol de la estrell arriba y decimos que es la estrella de Belen. Ya nadie recuerda Jesucristo, que nacio en Belen, en un pesebre, porque nos se hallo para ellos lugar en el meson, que despues huyo a Egipto porque Herodes queria matarlo y al no encontrarlo mato a varios cientos de niños menores de 2 años en un intento para matarlo a como de lugar... cosas asi no se olvidan o al menos no se deberia de olvidar

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