Fue la primera
pregunta que se le hizo al papa Francisco en el encuentro en el León Condou.
Puesta en lenguaje popular (las preguntas fueron un tanto confusas) decía el título del artículo, añadiendo “¿Qué hacer?”.
Edito las palabras de Francisco.
“Paraguay tiene abundante población joven y es una gran riqueza. Por eso, pienso que lo primero que se ha de hacer es evitar que esa fuerza se apague, esa luz que hay en sus corazones desaparezca y contrarrestar la creciente mentalidad que considera inútil y absurdo aspirar a cosas que valgan la pena”.
“ A jugársela por algo, a jugársela por alguien. Esa es la vocación de la juventud”.
“Eso sí, no lo hagan solos. Busquen charlar, aprovechen a escuchar la vida, las historias, los cuentos de sus mayores y de sus abuelos. Pierdan mucho tiempo en escuchar todo lo bueno que tienen”.
“Encuentren también consuelo en la fuerza de la oración, en Jesús. Él no defrauda”
“Yo te pregunto a ti joven, cómo amasas el día a día en lo concreto. Aunque te equivoques, lo corriges y vuelves a andar, pero en lo concreto. Yo les confieso que a veces a mí me da un poquito de alergia al escuchar discursos grandilocuentes con todas estas palabras, cuando uno conoce la persona que habla dices, ¡qué mentiroso que eres! Por eso, palabras solas no sirven. Si dices una palabra comprométete con esa palabra, amásala día a día, sacrifícate por eso, comprométete”.
“No tengan miedo de dejar todo en la cancha. Jueguen limpio, jueguen con todo. No tengan miedo de entregar lo mejor de sí. No busquen el arreglo previo para evitar el cansancio y la lucha. No coimeen al réferi”.
Todas estas frases fueron interrumpidas con grandes aplausos.
En resumen la respuesta fue su famoso “Hagan líos”.
El Papa se fue. A nosotros nos toca hacerlos.
Puesta en lenguaje popular (las preguntas fueron un tanto confusas) decía el título del artículo, añadiendo “¿Qué hacer?”.
Edito las palabras de Francisco.
“Paraguay tiene abundante población joven y es una gran riqueza. Por eso, pienso que lo primero que se ha de hacer es evitar que esa fuerza se apague, esa luz que hay en sus corazones desaparezca y contrarrestar la creciente mentalidad que considera inútil y absurdo aspirar a cosas que valgan la pena”.
“ A jugársela por algo, a jugársela por alguien. Esa es la vocación de la juventud”.
“Eso sí, no lo hagan solos. Busquen charlar, aprovechen a escuchar la vida, las historias, los cuentos de sus mayores y de sus abuelos. Pierdan mucho tiempo en escuchar todo lo bueno que tienen”.
“Encuentren también consuelo en la fuerza de la oración, en Jesús. Él no defrauda”
“Yo te pregunto a ti joven, cómo amasas el día a día en lo concreto. Aunque te equivoques, lo corriges y vuelves a andar, pero en lo concreto. Yo les confieso que a veces a mí me da un poquito de alergia al escuchar discursos grandilocuentes con todas estas palabras, cuando uno conoce la persona que habla dices, ¡qué mentiroso que eres! Por eso, palabras solas no sirven. Si dices una palabra comprométete con esa palabra, amásala día a día, sacrifícate por eso, comprométete”.
“No tengan miedo de dejar todo en la cancha. Jueguen limpio, jueguen con todo. No tengan miedo de entregar lo mejor de sí. No busquen el arreglo previo para evitar el cansancio y la lucha. No coimeen al réferi”.
Todas estas frases fueron interrumpidas con grandes aplausos.
En resumen la respuesta fue su famoso “Hagan líos”.
El Papa se fue. A nosotros nos toca hacerlos.
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