Mañana estará entre nosotros el papa Francisco.
Lo esperamos con ganas, como se espera a una persona que se quiere y
admira. Es un hombre de Dios que nos va a dar ánimos para caminar con más
esperanza.
Es necesario que antes nos preparemos a este
acontecimiento. Los que tenemos Fe en Dios, rezando para que su bendición
lo acompañe, de modo que sea más profunda su influencia. Los hermanos y
compañeros que comprenden la importancia de esta visita, para que con sus
buenos deseos creen una buena onda. Porque Francisco viene para todos. Y nadie
debe sentirse excluido de su amistad. Especialmente los más pobres
y excluidos. Prepararnos a su visita es llevar un corazón abierto para recibir
todo lo que sea para nuestro bien y de todo el Paraguay.
Pero, no bastan los deseos y preparación a la
visita de Francisco. Es necesaria nuestra presencia en sus
actividades. Todos queremos estar presentes en todas, cosa que no va a ser
posible. En este sentido la TV en sus programas en directo puede significar una
gran ayuda. Aunque no basta el estar presente real o virtualmente. No se trata
de una visita turística. Y va a depender mucho de nuestra actitud
interna el provecho que saquemos de ella.
Pero tampoco basta nuestra preparación y nuestra
asistencia para poder decir que esta visita fue una bendición de Dios. Es
necesario que todo lo aprendido y que nos tocó el corazón, sea luego
llevado a la práctica. En lo religioso, que significará poner nuestra Fe
en el compromiso con el Reino. En lo familiar, en robustecer el espíritu
interno de la familia de unión, amor, solidaridad, respeto etc… En lo social y
político en hacer las reformar y cambios necesarios para que la calidad de vida
y el ejercicio libre de ser ciudadano y no mero cliente, se incrementen
entre nosotros.
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