En los Bañados, a medida que pasan los días llenos de lluvia, tenemos la sensación de vivir como patos en el agua.
Los raudales de Asunción desembocan con fuerza y nos llenan los Bañados. En el Bañado Sur tenemos dos zonas bajo el agua. La hilera larga de casas entre el cauce de Cantalupi y la laguna cercana, ambos rebosantes, están todas inundadas. En el otro extremo desde la cancha de San Ignacio, a lo largo del arroyo Morotï, hasta Pueblo Nuevo, sufrimos lo mismo. Y grandes trozos de calles están intransitables con varios centímetros de agua, que no se va.
Todo esto hace estallar los pozos ciegos y las aguas servidas se mezclan con las de la lluvia, ensuciando todo, casas y patios. Una realidad bien dura para los pobladores que sería necesaria vieran in situ las autoridades.
¿Qué se puede hacer?.
Ahora aguantar y recibir el mínimo de ayuda que se suele dar en emergencia. Pero desde octubre del 2.008 estamos denunciando todo esto y no se hizo casi nada. Excusas y promesas que de poco sirven.
El agua de los raudales de Asunción cae sobre el Bañado y se estanca. Avisamos, denunciamos, rogamos que con maquinaria desatascaran los cauces colmatados por los que el agua debiera de llegar hasta el río Paraguay. Dos arroyos se limpiaron en algo. Y su efecto para llevarse el agua ha sido positivo. Pero, otras salidas del agua ni se tocaron.
viernes, 29 de mayo de 2009
No queremos ser patos
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