lunes, 15 de septiembre de 2014

NO SE PUEDE IMPUTAR A CUALQUIERA DE UN DELITO




Admiro la facilidad con que los fiscales, apoyándose en las denuncias de la policía acusan a ciudadanos  inocentes de  delitos como “Asociación criminal ilícita para delinquir” o de “Atentar contra la paz pública”. Y los envían a Tacumbú o, con suerte, a prisión domiciliaria.
Crece la impresión de que luego toda la investigación fiscal es buscar a como sea, pruebas verdaderas o  fraguadas que apoyen esas acusaciones que con  gran ligereza  pusieron en la carátula de la acusación.
Un caso palmario es el del fiscal Jalil Rachid  en el caso de Marina Kue que repite una y otra vez las mismas  acusaciones para las que no tiene pruebas.
Esto es grave y  muestra que en el Paraguay no hay justicia.
El último caso ha sucedido en Curuzu de Hierro. En seguida y sin pruebas aluden al EPP como causa de la balacera en la que  mueren dos miembros de la familia Ovelar y otros caen heridos.
No se puede probar que tuvieran en esta familia un arma de fuego, y el fusil que aparece es plantado por los militares.
 Las palabras del Vicario general de la Diócesis de Concepción son claras “En el caso de la familia Ovelar se trata de una ejecución perpetrada por las Fuerzas Militares y que no hubo tal enfrentamiento, como insisten desde el Gobierno”.
"Estuve en la casa de la familia Ovelar, donde ejecutaron a dos personas. No se puede barnizar ni defender lo que hicieron los militares. Fue una ejecución abierta”
Agregó que luego de la balacera, ningún agente fiscal se acercó al lugar del hecho, tampoco un médico forense. 
"El EPP es nefasto, pero no se puede acusar a cualquiera que es del EPP. No se puede combatir al terrorismo con más terrorismo” indicó el sacerdote.
Lamentablemente los MCS  comerciales apoyan a este engaño y lo esparcen.


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