miércoles, 21 de octubre de 2015

EL REGLAMENTO FAVORECE EL ADVERSARIO


Decíamos la semana pasada que toda Democracia exige una alternancia en el poder. Es como una regla nacida de la experiencia humana de que todo poder genera corrupción y si se repite ese poder en el mismo partido o persona, la corrupción crece.
Decíamos, también, que la alternancia se ve impedida  por la compra de votos,  cosa frecuente en el Paraguay entre los dos partidos tradicionales.
Pero, la Constitución habla del  Tribunal Superior de Justicia Electoral, encargado de dictar las leyes y reglamentos para que toda elección sea justa. Sería como la salvaguarda de que cuando el  Pueblo con sus votos quiera el cambio estos votos no  van a mentir  en manos  del poder político o económico. No se van a desviar por su compra.
Lamentablemente  la compra de votos sigue y el TSJE calla, apoyando al partido mayoritario, con lo que éste siempre gana. Un ejemplo es la compra mayoritaria en las últimas  internas y el silencio del TSJE.
Y todavía hay más y cito otro ejemplo. En estos días próximos a las elecciones se están haciendo con el beneplácito o silencio del TSJE un reajuste de las listas poniendo en algunas  de ellas mayor cantidad de correligionarios de la ANR para que ese partido gane en esas mesas.
En resumen, el TSJE no cumple su papel y apoya a un partido en el poder sesenta años. Esto no es demasiado difícil hacerlo porque su composición, por negociado entre los dos partidos, la ANR tiene mayoría de empleados o planilleros.
 De este modo   en la práctica se da la  desaparición de la alternancia de partidos. Y aumenta la desconfianza sobre las elecciones municipales o nacionales para  el buen gobierno del Paraguay. Eso se da entre los profesionales y también entre algunos movimientos campesinos que deciden no votar.
Cuando el TJSE favorece a un partido, no vale la pena.


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