"CREÍA QUE TACUMBÚ INSERTABA EN LA SOCIEDAD"

Una joven que visitaba el Paraguay quiso dedicar una mañana entera a hablar con los presos en Tacumbú. Me dejó escrita esta nota.
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“He visto que Tacumbú es la escuela de unas 3.200 personas, donde los profesores son los guarda cárcel, donde los valores que se imparten son el fraude y la ilegalidad. Creía que el objetivo principal de toda cárcel era reeducar y reinsertar a los internos en la sociedad y no fomentar la delincuencia con ejemplos claros de vandalismo y corrupción. Pero, en Tacumbú vi que el poder lo tiene el que más dinero posee, convirtiéndose en un mercado libre donde no existen normas, sino la ley del más fuerte.

Aquello parece otro mundo, que por más que antes intenté imaginar nunca me figuré que fuera así en realidad. . Todos amontonados, con miradas desesperadas o resignadas. Muchos pasando el ¨mono¨, con ninguna sonrisa y muy poco control. Láminas de lata cubren el sueño de unos 100 internos en el patio. Los otros, que han tenido más suerte (en este caso, más dinero), duermen bajo techo, en camas o en el suelo, dependiendo del nivel adquisitivo de cada uno.

La principal ilusión es el crack, donde el 90% de los internos llegan a hacer cualquier cosa para conseguirlo, y los funcionarios lo permiten. Tacumbú es otra realidad en el Paraguay, que afecta a muchos y que siento que muy pocos conocen o les interesa conocer”.