TENEMOS HAMBRE

Hace 14 años se reunieron en Roma representantes de 185 naciones. Sus palabras fueron terminantes. “Nosotros Jefes de Estado y de Gobierno prometemos consagrar nuestra voluntad política a conseguir la seguridad alimentaria para todos y a realizar un esfuerzo constante para erradicar el hambre de todos los países, con el objetivo inmediato de reducir el número de personas desnutridas a la mitad de su nivel actual no más tarde del año 2,.015.”

Faltan cinco años para terminar el plazo fijado. De los 845 millones de hambrientos en el año 1998 hemos pasado a mil veinte millones. ¿Por qué este fracaso?.

Primero, en los últimos 30 años se ha incentivado, siguiendo al BM y al FMI, un modelo agrícola competitivo orientado al Mercado. Y ha desaparecido el apoyo al pequeño agricultor. Paradójicamente el 75% de los que sufren hambre viven precisamente donde se puede producir alimentos.

Segundo, frente al terrible problema del hambre no ha habido una gobernanza global, que se preocupara por el estricto cumplimiento de algo tan importante.

Y todo esto es tanto más grave cuanto que todavía el mundo puede producir alimentos suficientes para alimentar el doble d e la actual población humana. Además el precio de los alimentos esenciales se ha incrementado y la ayuda oficial al Desarrollo en la agricultura ha bajado del 18% al 3%. Y en los últimos 30 años los 49 países más empobrecidos del mundo pasaron de ser exportadores a ser importadores de alimentos.