El miércoles de tarde murió una niñita de siete meses. La causa médica es “afección pulmonar”. Hacia meses que le habían diagnosticado desnutrición de tercer grado.
La habían llevado al hospital y se fueron porque la madre se sintió maltratada. Algo que muchas veces, real o figurado, ha sucedido. Se logró que volviera. El lunes el hospital la dio de alta. Tenía que hacer nebulizaciones y otros cuidados que sobrepasaban la capacidad de su entorno. Dos días después murió.
Pasaron por varias instituciones. Todas hicieron lo que pudieron, pero no fue suficiente y no la salvaron.
La habían llevado al hospital y se fueron porque la madre se sintió maltratada. Algo que muchas veces, real o figurado, ha sucedido. Se logró que volviera. El lunes el hospital la dio de alta. Tenía que hacer nebulizaciones y otros cuidados que sobrepasaban la capacidad de su entorno. Dos días después murió.
Pasaron por varias instituciones. Todas hicieron lo que pudieron, pero no fue suficiente y no la salvaron.
La familia súper pobre. Económicamente y psicológicamente. La pobreza más grande anula, destroza, hunde e impide que se muestre toda la valía de ser humanos. Esto solamente lo comprenden los que lo sufren y los que por opción de vida somos testigos de este mal.
Una joven que ha estado trabajando este caso me lo dijo emocionada: “Lo que más duele es que se podía haber evitado. Y todos somos responsables”. Todos. Todos, talvez hicimos lo que se pudo, tendremos excusas, pero lo que hicimos no fue suficiente. El Paraguay está empobrecido por los malos gobiernos y la poca participación de sus ciudadanos.
El hospital le hizo a la madre una denuncia ante la Secretaría de la Niñez por haberlo abandonado con su hijita. Pero cuando volvió, días después la dio de alta. La madre también es víctima del sistema.
Esta historia no debe de repetirse. Pero, ¿querremos todos aunar fuerzas para que jamás vuelva a suceder?.
Una joven que ha estado trabajando este caso me lo dijo emocionada: “Lo que más duele es que se podía haber evitado. Y todos somos responsables”. Todos. Todos, talvez hicimos lo que se pudo, tendremos excusas, pero lo que hicimos no fue suficiente. El Paraguay está empobrecido por los malos gobiernos y la poca participación de sus ciudadanos.
El hospital le hizo a la madre una denuncia ante la Secretaría de la Niñez por haberlo abandonado con su hijita. Pero cuando volvió, días después la dio de alta. La madre también es víctima del sistema.
Esta historia no debe de repetirse. Pero, ¿querremos todos aunar fuerzas para que jamás vuelva a suceder?.
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