Como aquel miércoles 26 de agosto cuando los
policías de este gobierno entraban en la carpa donde yacían crucificados
20 choferes de la línea 49 y los herían con balines de goma, creando momentos
terribles de desesperación.
Y en esa oscuridad brota siempre la eterna
pregunta “¿Cuándo terminará tanta injusticia? La del gobierno y la de
particulares.
En clave cristiana, “¿Cuándo vendrá de nuevo
Jesús para vivir todos en luz y felicidad?”
Nos equivocamos cuando nos preocupamos más de saber la
fecha exacta de cuando eso ocurra que de la realidad de un hecho cierto.
Además, debemos clarificar este hecho de la venida
triunfante de Jesús porque lo pensamos como independiente de nuestra existencia
terrena. Sin embargo, y en realidad, será el triunfo de todas
las solidaridades. Vendrá Jesús y vendremos nosotros con Él.
Paralelamente, J.A. Pagola habla de convicciones que
nos llenan de esperanza.
“La primera es que la historia apasionante de la humanidad
llegará a un triunfo. Esta vida como es ahora no será
para siempre. Un día llegará la Vida definitiva sin espacio ni tiempo. Y
viviremos en el Misterio de Dios”.
Aquel día Jesús nos traerá consigo lo salvación de
Dios. El evangelista Marcos no habla aquí de juicios y de condenas.
Viene a reunirnos a todos.
Tercera convicción: las palabras de Jesús no pasarán.
Seguirán, mientras, alimentando la esperanza de sus seguidores y el aliento de
los pobres.
Y todo esto, en germen, lo vamos construyendo ya
mientras vivimos en la tierra.
Y terminamos con Pagola.
“Lo cristiano no es la destrucción al final de
la vida, sino la creación nueva del universo y el comienzo de la
verdadera existencia. Al final está Dios. No cualquier Dios sino el Dios
revelado en Jesucristo”.
Y lo más grande: ahora, el día que Dios nos llame,
comenzará ya en plenitud, para Ud. y para mí, todo esto.
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