Inesperadamente nos llegó la noticia de que el Papa Benedicto
XVI “tras meditarlo mucho y por razones de falta de fuerzas físicas” ha
decidido renunciar el 28 de febrero,
Añadiendo “lo hago por el bien d e la Iglesia”.
Mi primera reacción es darle las
gracias al papa Benedicto por el valor
que ha tenido en tomar esta decisión. En
la larga lista de papas uno , el Papa
Celestino V lo hizo el año 1.295, manifestando humildemente que lo hacía porque
le sobrepasaba el cargo que tenía.
El Vaticano aseguró que el proceso de
transición comenzará "tan pronto como sea posible", según BBC. El decano del colegio cardenalicio vaticano,
Angelo Sodano, dijo que la decisión ha sido una completa sorpresa. Sodano dijo que esto era como "un rayo
caído de un cielo despejado".
Como cristiano católico y con centenares
de millones de hermanos en la
misma FE comenzamos un
tiempo de oración y de reflexionar ante Dios para descubrir el tipo de Papa que
necesitamos en estos tiempos de tantos
cambios.
Y, por supuesto, de no caer en las
elucubraciones superficiales de los MCS, que embarrarán la cancha con todo tipo
de aseveraciones.
Insisto en que este es el tiempo de la juventud. Esta ha celebrado
en reuniones de millones de asistentes Jornadas con los anteriores
Papas. Pero, esto es insuficiente.
Firmo y rubrico sus palabras de la primera a la última. Esta mañana, en una emisora de radio local, he oído a alguien que criticaba a la Iglesia porque aplaudimos a Juan Pablo II por entregar su vida hasta la muerte y ahora vemos bien que Benedicto XVI renuncie por problemas de edad y salud. La gente no ha entendido lo que significa ser libre y, en consecuencia, responsables.
ResponderEliminarQue el Señor le ilumine y le acompañe por el resto de sus días.