16 marzo
Buenos días
paraguay Pa’i Oliva
LA APARICIÓN DE DOS
CADÁVERES
Después de la
masacre de Curuguaty, se dice que
abandonaron aquella zona y no se quedó
nadie. Algo inexplicable habiendo habido
tantos muertos.
Al
día siguiente, los familiares no aguantaron más y volvieron buscando a sus
seres queridos.
Y
su estupor fue grande porque encontraron otros dos cadáveres de campesinos abandonados en el suelo.
Se
supone que fueron muertos el día anterior y comenzaron de
nuevo más interrogantes.
En
los dos cadáveres el trazado de algunos
disparos no era horizontal ni de abajo
para arriba (se suponía que los
campesinos ocupaban algunos pequeños
altozanos) sino de arriba para abajo
como quien dispara sobre una persona herida que está tendida en tierra. La interrogante es grave. ¿Fueron ultimados
con tiros de gracia?.
Uno
de ellos estaba tendido boca arriba y su escopeta la tenía debajo de la
espalda. ¿Un muerto puede esconder su arma, acostándose sobre ella?.
¿Será
que una o varias personas regresaron de noche
y mataron a ambos heridos?.
El
fiscal Jalil Rachid nada dice de esto. Tiene
la idea fija de que los campesinos son los únicos culpables y, antes de investigarlo, los condena.
Pero,
sigamos preguntando. ¿Se hicieron autopsias a los 17 muertos de Curuguaty?.
A
los seis policías ciertamente sí se las hicieron. Pero no se ha comunicado con qué
calibre de balas los mataron.
De
los once campesinos, solamente les hicieron las autopsias a dos. Los dos que
fueron encontrados en el campo al día
siguiente. Nada se sabe de con qué calibre de bala los asesinaron.
Repetimos:
el fiscal Jalil Rachid nada dice de
esto. Tiene la idea fija de que los campesinos son los únicos culpables y, antes de investigarlo, los condena. Y el juez calla.
Por
todo esto a los dos
se les concedió “el Premio de la Vergüenza” el 15 de febrero.
¿Existe
Justicia en el Paraguay?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario