REFORMA A FONDO DE LA CURIA DEL VATICANO

BUENOS DIAS PARAGUAY                                PA’I OLIVA

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      REFORMA A FONDO DE LA CURIA DEL VATICANO

Después de la renuncia de Benedicto XVI, muchas personas, católicas o no, nos hemos preguntado por las causas exteriores al Papa que provocaron su renuncia.

Dejo para personas más preparadas el estudio de estas causas.

 Pero, como todas apuntan a la Curia del Vaticano. Como cristiano   tengo la obligación de pedir la famosa reforma de la Curia, tantas veces expresada por los últimos Papas, pero nunca realizada.

Hay un dicho romano de que “los Papas pasan, pero la Curia permanece y se reproduce siempre”.

“Por sus frutos los conoceréis”, son una palabras de Jesús.  Si los frutos malos son los que personas de credibilidad cristiana afirman que existen en la Curia  del Vaticano,  me uno a los demás creyentes que en  la comunidad eclesial a la que pertenecemos y donde fuimos bautizados, hacemos oración, creemos en el Dios de Jesús y profesamos esta FE y que  en esta ocasión eclesial, piden como tarea primera del nuevo Papa la  reforma de la Curia del Vaticano.

 Esto significa  el cambio del modelo de Iglesia Católica que hoy tenemos por fidelidad al Evangelio, ayudados con lo que nos dice el Vaticano II  y  procurando descubrir lo que Dios quiere en esta nueva época de la Humanidad, que está comenzando.

En estos momentos en que hay personas que  se desengañan o dejan la Iglesia (respeto su decisión y siguen siendo mis hermanos), personalmente como cristiano al servicio de todos (creyentes o no)  como un ser humano que es sacerdote, pido humildemente a todos los que tenemos  la misma FE,  que insistamos para que sea reformada,  o recreada de otro modo, este medio humano organizativo que es la Curia del Vaticano, que ha dejado de ser un bien que nos ayude para impulsar el Reino de Dios y, en algunos aspectos,  se ha convertido en  un gran impedimento para ello.

                EL PAPA QUE QUEREMOS

La reforma de la Curia del Vaticano o su sustitución por otra institución  es una tarea difícil  que le va a tocar  al Papa que  va a ser elegido en Roma. La Curia tal como es, limita al Papa, que tiene que ser libre para cosas más importantes.

Por  eso,  muchos cristianos católicos en comunidades  estamos  rezando y comprometiéndonos con esta utopía.

Queremos un Papa pobre y con entrañas de misericordia como Jesús, hacia todos los seres humanos, con especial predilección hacia los más abandonados, golpeados y empobrecidos del mundo.

Queremos un  Papa más cercano al Pueblo que cuando nos visite no lo haga como Jefe de Estado sino como un hermano mayor a sus hermanos.

Queremos un Papa  que, como Juan XXIII abra las ventanas d e la Iglesia al Concilio Vaticano II, que se está olvidando, y avance en esa línea.

Queremos un Papa que debata con la Iglesia con libertad sobre temas ahora prohibidos: el celibato obligatorio de los sacerdotes,  el aborto, el uso de preservativos, el sacerdocio de las mujeres etc..

Queremos un Papa que gobierne la Iglesia con un carácter más democrático y menos autoritario.

Queremos elegir a nuestros propios obispos como se hacía entre los primeros cristianos.

Queremos un Papa que dialogue mucho con los teólogos de la Iglesia Católica, con otras Iglesias no católicas, con otras religiones no cristianas, con los ateos y agnósticos. Todos vamos en la misma canoa de la Humanidad.

Y porque todo esto es necesario,  queremos un Papa con coraje humano y cristiano para oponerse  al sistema socio-económico-político, neoliberalismo, fábrica de empobrecidos y fortaleza de los amos del mundo.

En pocas palabras: queremos un Papa que se la juegue (como  hacen tantas personas en el mundo de hoy de toda edad, clase social, naciones y creencias) para que  sea real otro mundo que es posible.

Porque todos unidos,  podemos.