Es una de las cosas que he aprendido en
las entrevistas de los
miércoles por radio Fe y Alegría 1300 AM al profesor Melquíades Alonso.
Se trata de la malla curricular. De sus aciertos y de sus deficiencias. La
mayor de todas, su falta de
adecuación a la situación real de los alumnos. Por causas culturales, al ser
guaraní parlantes y verse obligados a seguir los cursos en castellano. Por haber tenido profesores, productos de escuelas docentes de baja calidad. Por
causas económicas que les obligó a estar desnutridos y con su
capacidad dimidiada. Por vivir
en un ambiente social con características especiales, que nunca se tuvieron en
cuenta por las autoridades.
Sin embargo, existe la posibilidad de lograr una adecuación de la malla curricular en un 20% de sus contenidos.
Exigiría la búsqueda del profesor apto para ello y pagarlo. No es gratuita esta
posibilidad, pero muy interesante.
Por ejemplo, para nosotros los
bañadenses, en un momento como el actual en el que está en duda no
solamente el poder vivir en este territorio del Bañado Sur, sino también el
estilo de vida digna que queremos tener.
Sugiero algunos aspectos socio-culturales
que podríamos introducir.
Ante todo el problema de la tierra en el Paraguay. Es símbolo y realidad de poder. En el Bañado
Sur somos algo (pobres pero “algo”) por haber sido capaces de dominar un territorio de yuyales y haber
hecho nacer allí un barrio. Insistir en este hecho y posesión es algo que nos
da dignidad.
Otro aspecto es el de los “por qué”. El haber llegado nuestros antecesores a
este lugar. El sobrevivir,
aun ahora, sin lo necesario. El estar empantanados y sin horizontes. Responder a todo esto nos hace fuertes.
Dignidad y fortaleza, dos objetivos muy
interesantes para triunfar e introducirlos en la malla curricular.
El articulo de mañana
“Queremos un intendente cercano”.
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