Hablábamos ayer del tesoro que tenemos de poder expresar libremente lo que pensamos.
Pero, añadíamos el temor de ver cómo
desde este gobierno se va poco a poco amenazando esta libertad.
El ataque a un periódico en París por
asesinos es una ocasión de tratar este tema. Ocasión triste porque ha costado
12 muertos en el país de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.
El diario parisino ha publicado en
muchas ocasiones temas burlescos sobre algunos temas religiosos de diversas
religiones. No todos son hirientes.
El humor bien calibrado es un modo de expresión que da salud mental. Y no
porque se publiquen esos chistes vamos a perder la Fe ni nos vamos a
enojar hasta matar a alguien. Solamente pediríamos respeto a la libertad
conciencia de cada uno.
Pero, en los chistes sobre Mahoma y
sabiendo el fanatismo de algunos grupos árabes, debieran de haberlo pensado
antes.
A no ser que se quiso hacer una
provocación por motivos políticos que desconocemos
Por eso ¿qué hay detrás de los
asesinatos en la sede de “Je suis Charlie”?. ¿A quién favorece todo esto?
Esta es la incógnita.
Si fue un acto de fanatismo de un grupo
árabe, rechazamos siempre el
fanatismo porque existen otras maneras de responder
mejor civilizadamente a presuntas injurias religiosa.
Pero, si fue un acto fraguado por otra
motivación social, política o cultural, tenemos derecho a conocerlo.
Un detalle. Nos llama la atención la
presencia de un buen número de primeros políticos de varias naciones, algunos
de los cuales tienen las manos llenas de sangre como los Presidentes de Israel
y Francia por guerras con miles de muertos civiles.
Pareciera que esta masacre favoreciera a
la ultra derecha francesa que discrimina a todos los inmigrantes extranjeros.
También al negocio de armas en las aventuras bélicas africanas de algunos gobiernos.
¿Existen otras causas?
El artículo de mañana se titula
“Cristianos sin fronteras”.
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