Pueblo somos todos los ciudadanos, a lo menos desde ese principio de organización que es
el poder de votar. Aquí hay que insistir en lo de “todos”. No se concibe que
sean Pueblo para un Intendente sólo los de
su color político.
No se concibe cómo un intendente puede
tener la bandera de su partido en su despacho. Sólo la paraguaya. Y eso es solamente un símbolo. Porque también existen Intendentes
equivocados que solamente se
rodean y atienden a sus correligionarios. Queremos un intendente que esté
cercano a todos.
En un sentido social y teniendo en
cuenta la enorme desigualdad y pobreza que tenemos en el Paraguay,
popularmente se designa Pueblo a todos aquellos que son
pobres extremos, pobres simples o en una cercanía grande a la pobreza, en la
que acaban cayendo.
Apreciación interesante porque estos en
toda su amplitud son más de la mitad del Paraguay. En
esta acepción de Pueblo hay que insistir en lo de “pobre”.
En este sentido estos son los que más
necesitan de la Municipalidad y por ende del Intendente. Y remarcamos esta
necesidad porque es en cosas esenciales o en tiempo de emergencia. Queremos un
Intendente que esté comprometido preferencialmente con los empobrecidos.
Universalidad y preferencia. Dos términos que parecen antagónicos en
una misma persona, pero que en política se necesitan y logran un buen Gobierno.
Hablo ahora como bañadense.
Los pobres necesitan un Intendente al
estilo de Pepe Mujica.
Lo más maravilloso de este ex
presidente del Uruguay es su humanidad que lo
colocaba muy cercano a todos con quienes trataba. No tenía miedo ni infundía lejanía a nadie porque era un
ser humano que hablaba o actuaba. Él
tenía la amplitud y la
preferencia de la que hablé antes. Era el primer servidor de sus compatriotas.
Un Intendente así siempre será siempre bien acogido en todos los Bañados.
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