Los efectos de la dictadura de Pinochet, como lo del dictador paraguayo entre nosotros, se han prolongado a su desaparición.
En Chile la despolitización progresiva ha ido en aumento. Con la ayuda de los MCS ha crecido el convencimiento deque lo que convenía era la salud pagada, la educación privatizada, un individualismo extremo, el repliegue de los ciudadanos del espacio público, la brutal concentración de la propiedad y d e la riqueza en cada vez menos manos, la permanente degradación de la vida de los trabajadores y el abismo que separa a unos chilenos de otros. Todo esto aceptado como dogma económico y político. Y en el Paraguay ha sucedido casi lo mismo.
En Chile , sin embargo, la reciente movilización estudiantil ha significado el quiebre de todo esto.
Jóvenes que no habían conocido el miedo de Pinochet y que sufrieron la “domesticación posterior”, fueron los protagonistas y han dado forma a una nueva subjetividad, mostrando la necesidad d e un nuevo Chile, en una Segunda República. Donde todos podamos vivir en mejores condiciones, soñando en un futuro construido por todos..
En Chile la despolitización progresiva ha ido en aumento. Con la ayuda de los MCS ha crecido el convencimiento deque lo que convenía era la salud pagada, la educación privatizada, un individualismo extremo, el repliegue de los ciudadanos del espacio público, la brutal concentración de la propiedad y d e la riqueza en cada vez menos manos, la permanente degradación de la vida de los trabajadores y el abismo que separa a unos chilenos de otros. Todo esto aceptado como dogma económico y político. Y en el Paraguay ha sucedido casi lo mismo.
En Chile , sin embargo, la reciente movilización estudiantil ha significado el quiebre de todo esto.
Jóvenes que no habían conocido el miedo de Pinochet y que sufrieron la “domesticación posterior”, fueron los protagonistas y han dado forma a una nueva subjetividad, mostrando la necesidad d e un nuevo Chile, en una Segunda República. Donde todos podamos vivir en mejores condiciones, soñando en un futuro construido por todos..
Agradezco al Dr. Jaime Massardo d e la Universidad de Valparaíso todos estos pensamientos.. “El movimiento estudiantil ha devuelto la alegría a la calle y al Pueblo chileno, recordándonos que la lucha social es y será siempre una fiesta. Con ello y por primera vez en treinta años el sentido común naturalizado por el mercado se ha puesto en cuestión”.
Los jóvenes chilenos son unos verdaderos luchadores!!!
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