martes, 25 de octubre de 2011

EL PRIVILEGIO DE SER VACA

¡Y qué privilegio, Dios santo!.

Para su alimento existen en el Paraguay dedicadas a la ganadería 17 millones de hectáreas. Y, como tenemos 11 millones de vacas, cada una tiene más d e una hectárea para comer. Y, mientras tanto en el Paraguay, existen más de 300. 000 campesinos que no tienen ni una hectárea.

En nuestro país existen más veterinarios para las vacas que médicos para los humanos. Y, peor todavía, los veterinarios no temen irse al interior para cuidar las vaquitas, mientras muchos médicos prefieren quedarse en Asunción y capitales, abandonando los enfermos del campesinado.


¡Menudo privilegio es ser vaca!.

Y nuestros campesinos, unidos a los paraguayos y paraguayas de buena voluntad, nos movilizamos hoy para gritar a todos que queremos también una solución para las tierras mal habidas. Que se examinen todos los títulos de posesión y que se pongan impuestos a la tierra de acuerdo a su extensión, producción y mano d e obra que emplee.

En el cultivo de la soja, de 500 hectáreas da trabajo con maquinarias a una sola persona. Una huerta familiar da trabajo a cuatro.

Entre vacas con privilegios y tierras casi sin impuestos y acumuladas en pocas manos, mal andamos en el Paraguay. Por eso nos indignamos y exigimos una solución pronta ya. El tiempo corre demasiado y no queremos llegar al 2.013 sin ver resuelto este problema.

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