martes, 22 de abril de 2014

NO ESTAMOS TODOS, FALTA RUBÉN




El lunes de Pascua fui a Tacumbú a  felicitarle las Pascuas a Rubén Villalba y a llevarle la comunión, como en otras ocasiones en esta larga lucha le han hecho otros sacerdotes.
Estaba comiendo un poco y me dí cuenta de lo delgado que está. Le falta toda la grasa que tenemos. Está serio y golpeado por los 58 días de huelga de hambre y el que no pueda tener la prisión domiciliaria como sus otros cuatro compañeros. Pero, está  animado y sus ideales  del Paraguay, que todos queremos, bien fuertes.
Realmente nuestra justicia es  contradictoria.
La carátula de la acusación contra los campesinos presos por Marina Kue es invasión a inmueble, sin  importarles si eran tierras fiscales o  no;  asociación criminal para delinquir, lo cual cae si eran tierras fiscales; homicidio doloso en grado tentativo, aplicado a todos sin determinar quién mató a quien.

Rubén me dijo: “El caso "Pindó", Jasy Kañy, por el que me volvieron a traer a este lugar  inhumano, es por haber defendido juntos mis compañeros  a  nuestra comunidad que estaba siendo fumigada en el 2008”.
“Un campesino vendió su parcela a un brasileño que la fumigó a ella y a las lindantes, por lo  que los campesinos tuvieron huir y el brasileño se quedó con todas las derecheras”

Repito: Realmente nuestra justicia es contradictoria.
En un delito  mayor, un tribunal de tres jueces de Saltos de Guairá da prisión domiciliaria a los cinco con 58 días de huelga de hambre.
 Por una acusación menor que llevaba seis años archivada y que  ni tuvo audiencia preliminar, la jueza Yanine Ríos envía de nuevo a Rubén Villalba a Tacumbú, sin importarle la convalecencia de quien ha estado sin ingerir alimentos 58 días.
Permítanme que lo repita también con enojo y mucha pena y como  acusación a la justicia: “No estamos todos, falta Rubén”.

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