He invitado a gente creyente de diversas Iglesias a
que acompañaran a algunos de los casos de sufrimientos que tenemos. Los más de
veinte crucificados porque el ministro de trabajo no quiere cumplir el articulo
96 sobre el derecho de todos los trabajadores a formar un sindicato, los presos inocentes de la Masacre de Curuguaty
expuestos a una condena de muchos años para disimular el golpe de Estado, la
situación de los inundados sin
apoyo de la Municipalidad ni de la SEN, la carencia de medicamentos, la
represión e imputación de fiscales que inutilizan fuerzas de la sociedad por el
miedo, etc…etc…
Las respuestas han sido indiferentes.
“Yo pago los impuestos, todo
eso le toca al Estado”. Lavado de manos al más puro estilo de Poncio Pilatos. “No somos la providencia de Dios”. Es curioso que aquel
pagano romano que escribió “Nada hay humano que para mí sea indiferente” sin
saberlo tenia mayor espíritu cristiano que muchos de nosotros.
Hay demasiado sufrimiento por causa de
la pobreza generalizada que
aumenta, por la falta de Justicia y por la impunidad a la corrupción que tenemos.
Es necesario que las personas, que
queremos ser honestas con religión o sin ella, hagamos un esfuerzo en acompañar con deseos y buena onda y oraciones, con
palabras y con obras a los que sufren a nuestro alrededor.
Delante del Ministerio
de Trabajo hay personas a las que les fue robado plata descontada de su salario
y que debió de ser depositada en el IPS. El empresario de la línea 49 no lo
hizo, fundaron un sindicato, pero las líneas de transporte no
quieren sindicatos y el ministerio las apoya. No les ha quedado más remedio que
crucificarse y pronto llevarán 50 días en este estado. ¿Qué podemos hacer?
Visítelos en Haedo casi Paraguarí. Dígale que está con ellos. Los hará felices
en su dolor.
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