Ante lo que voy a contar no vale la mirada pensativa
del simpático chimpancé con el dicho “Haré como que aquí no vi nada”
La línea 49 tiene condiciones de trabajo inhumanas.
Más de 16 horas de chofer. No pagó todo lo que debía a IPS, su descanso tenía
que ser sobre cartones en el suelo durmiendo. Y sobre todo la prohibición de
formar sindicato. Su dueño es un diputado que cuando era concejal se gloriaba
de haber hecho desaparecer a tres sindicatos.
Ante estos abusos formaron los choferes un sindicato.
Al día siguiente eran expulsados los de la junta directiva y por compañerismos
se les unieron 51 que también expulsó. La protesta continuó con doce
choferes crucificados y cuatro con los labios atravesados con un clavo. El
número ha aumentado y de Luque se trasladaron a la vereda del Ministerio de
Trabajo.
Piden poco: el reconocimiento del sindicato. Pero la
petición está encajonada con otras 200. Cartes parece que no quiere
sindicatos.
¿Qué hacemos ahora? Por humanidad, por justicia, por
ser paraguayos debemos apoyarlos de diversas maneras.
Invito a que los bachilleres de tercero de los
colegios secundarios dignos de ese nombre envíen una delegación de tres
alumnos a la vereda del Ministerio de Trabajo, en donde están los crucificados
(Haedo casi Paraguari) y que luego lo comenten con sus compañeros.
Hay dos mujeres, esposas de crucificados. Invito a
señoras que se acerquen a hablar con ellas.
Invito a paraguayos comprometidos con la Patria que
vayan a acompañarlos un rato.
Llevan más de un mes crucificados y eso es demasiado.
Entre todos debemos de darle una solución a su derecho de sindicarse.
Última noticia: la Fiscalía de Seguridad llama para
hoy lunes al Sr. Juan Villalba, para indagarlo sobre perturbación
de la paz pública, dirigente del proyectado sindicato de choferes de
la línea 49. Amedrentamiento.
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