Deseo escribir este
artículo agradeciendo a todas las personas que en los campamentos nos ayudan
con medicinas, alimentos no perecederos y ropa de abrigo. Las tres cosas son
necesarias con este orden y gracias a los
que nos ayudaron hemos podido atender enfermedades, tener 41 ollas populares y
que pasen menos frío estos hermanos nuestros.
Las medicinas son súper urgentes porque con este gobierno los centros de salud e inclusive algunos hospitales carecen en general de medicinas. Las medicinas al alcance de los más pobres ha desaparecido.
El hacer unas ollas populares ha sido una gran idea. No fácil de
realizar en todos los campamentos. Significa esto un grado de organización
que no siempre existe. Significa un grado de
honestidad, recogiendo lo que verdaderamente necesitan dejando lo que ya tienen
para otras ollas, que no siempre existe. Y no saben cuanto se agradece en estos
casos la visión amplia de
los líderes que naturalmente van surgiendo entre nosotros. Estos desde el comienzo han sabido
valorar las ollas populares.
Con todo lo dicho, todavía digo que el sentido de colectividad
de nuestro Pueblo
empobrecido de los campamentos
es superior al de otras clases sociales.
Deseo ahora agradecer la ayuda que nos ha dado campesinos de San Pedro, Cordillera,
Misiones, Canindeyú, Caazapa, etc,
organizados en comunidades, grupos sociales e incluso partidos del Pueblo.
Ante todo lo agradecemos porque nos dan lo que ellos necesitan.
En ocasiones acompañados de varios cien mil guaraníes que, en la pobreza y carencia
de plata líquida que tienen, equivalen a varios millones en nosotros.
Se lo agradecemos, también, por la abundancia de sus envíos.
Grandes camionadas que nos solucionan con ricos alimentos los ollas de una
semana. Y, sobre todo, les agradecemos la confianza que ponen en nosotros.
Confían que los vamos a repartir correctamente. En una sociedad con tantas desconfianzas este gesto
se les agradece mucho.
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