Nuestro deseo de volver al Bañado es firme y con el exigimos dos
condiciones para hacerlo realidad.
Primera condición: exigimos no tener que salir más por inundación
de las aguas del río. El río Paraguay tendrá su crecimiento pero nosotros
queremos estar defendidos de sus aguas.
Un medio es tener lo que desde el año 1986 ya se escribió en un
libro de Pastoral
Social “Lucha y tierra urbana”. En el se hablaba ya de la
defensa costera como medio par evitar ser inundados.
La defensa costera es una muralla de siete metros de altura hecha con arena limpia del fondo del
río con paredes inclinadas y una amplia base. La parte de arriba tiene un ancho
de tres metros para poder
circular sobre ella cuando se necesario, y toda esta muralla inclinada está
empastada. De vez en cuando
tiene una compuerta de hierro que se puede abrir para salir directamente
al río cuando esté bajo. Y
para defenderse del agua de la lluvia que podría amontonarse tendría esparcidas unas casetas
pequeñas con bombas para echar el agua al río.
La defensa costera es mucho más barata que la Franja Costera
y es rápida de hacer.
Segunda condición:
exigimos que se nos en
propiedad la tierra que
habitamos en el Bañado desde hace años en la misma cantidad de metros que
tienen los ciudadanos en Asunción (12 por 30).
Reconocemos que la Municipalidad pone dificultades a este plan, pero siempre está en manos del Pueblo la
posibilidad de cambiar a las autoridades eligiendo a otras que sean capaces de
escuchar nuestros anhelos.
Todo esto exige un crecimiento en la conciencia social y la
ayuda de profesionales para hacer los planes necesarios para ser dueños de la tierra donde vivimos.
Contamos con nuestra decisión y con la ayuda de compatriotas
bañadenses y no bañadenses, que nos van ayudar para hacerlas realidad.
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