Una pregunta que hay que hacerla porque nos rodean dos frentes
cuestionadores.
Uno es el de la pobreza que está públicamente en las calles, veredas y plazas de
Asunción con nuestros hermanos inundados.
El otro es el de la actitud del gobierno. Ajeno a la problemática de los
pobres. Sus instituciones se ocupan lo mínimo de ellos.
En estos adjuntos, ¿con quién están las Iglesias?
En teoría, y por “opción
preferencial con los más pobres”, debieran de estar preferentemente con ellos y
denunciando al gobierno.
Pero, existe como demasiada lejanía y silencio de las Iglesias en
este asunto de las inundaciones. En ocasiones, hasta alianzas que no
entendemos. Y de todo esto
el Pueblo pobre se da cuenta.
Y aquí viene la pregunta de
siempre ¿qué es lo que llamamos Iglesias y con quiénes están?
Una respuesta son sus cabezas visibles, por separados o juntos. Por cierto, con una gran
influencia de ellos en
el Paraguay. Pero con diferencias de actitudes ante la vida. Inclusive
pueden distinguirse entre ellos y en ellas la diferencia entre la buena teoría
y el negativo compromiso de la
práctica. En lo primero puede haber cierta concordancia y en
lo segundo abunda la diversidad.
Todas estas distinciones, también se pueden decir de sacerdotes
y pastores y del
mismo laicado.
Repetimos, ¿con quién están las Iglesias en relación a los
pobres y en la denuncia justa ante las autoridades?
Y concluimos, lamentablemente, en una actitud no tan uniforme y positiva. En teoría puede
ser que haya cierta
uniformidad. Pero en la práctica, que es lo que vale, va a depender de quién
sea el obispo, sacerdote, pastor o laico/a.
Con lo dicho no niego, y es una señal de esperanza
ecuménica, que poco a poco se van agrupando más de todas en las Iglesias quienes optan por los pobres y
son valientes en denunciar a los injustos.
Cuando la Iglesia no está con los pobres, se aleja del Evangelio.
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