Es la frase acuñada por el
periodista Sergio Ferrari al referirse al estado de la salud mundial.
En lo positivo, dice el citado
periodista “hay avances en la lucha contra el paludismo, la tuberculosis, el
SIDA, la mortalidad materno infantil. Los niños de menos de cinco
años han pasado de 12 millones de muertos anualmente en 1990 a menos de 7
millones en la actualidad”.
En lo negativo sigue la carencia de agua
potable y de aseo. La cobertura del saneamiento no supera todavía el 64% de la
población mundial, lo cual significa que unos 2.500 millones no tienen
acceso a los servicios básicos.
También, es grave la
situación de los nacidos prematuros con un millón de muertes anuales sobre 15
millones de nacimientos antes de las 37 semanas de gestación.
Si la salud mundial en
palabras de Sergio Ferrari no sale de la terapia intensiva, es igual de mala la
situación del uso de medicamentos.
“Numerosos países en desarrollo padecen
una verdadera penuria de medicamentos en el sector público. En el promedio
mundial apenas un 57% de los remedios genéricos están disponibles en este
sector, lo cual obliga a los pacientes a dirigirse al sector privado donde
cuestan 16 veces más”.
Añado aquí los grandes intereses
comerciales de las transnacionales farmacéuticas o la extensión de
medicamentos falsos, un 30% en los países empobrecidos, cifra que va
aumentando. Entre medio millón y un millón se calcula el número de personas que
mueren al año por estos falsos medicamentos.
¿Cómo está la salud del Paraguay?
Lo que más duele es la falta
de medicamentos. Si pagamos impuestos es lo menos que el estado
debería poner a disposición de todos.
Faltan médicos en los hospitales
públicos. Repito, si pagamos impuestos es lo menos que debería de estar al
alcance de todos.
En salud Paraguay, después de Lugo, ha
retrocedido. Está en coma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario