Sigue adelante la
historia de la inundación del 2014.
La primera etapa de
la emergencia se ha cerrado ya. Una etapa ciertamente un tanto rara. Ni la
Secretaría de Emergencia Nacional ni la Municipalidad estaban
preparadas. Tanto que en las primeras semanas negaron que hubiera
emergencia. Esto obligó a que los mismos
vecinos se ayudaran y organizaran para una salida llena de sufrimientos, pero
hecha con decisión.
Tardíamente las
Instituciones se dieron cuenta y desde entonces cometieron dos errores. El primero fue
darles a las seccionales el reparto de la ayuda. Nos resistimos a ello. El segundo, y es de
pocos días, nombraron, por su cuenta, diversos representantes de la
campamentos, dando unas credenciales que nos dividieron.
Ya ha
comenzado la segunda etapa. COMUEDA aparece ahora con otra doble cara. Ante los
MCS se muestra muy humana y
asegura que nadie va a ser desalojado. En la práctica censa a los bañadenses y les hace
firmar largas encuestas para darles viviendas fuera de Asunción.
Paralelamente, todo el que tiene ya su hogar del Bañado sin agua ha bajado
para irlo limpiando. En los campamentos queda su pieza de madera
terciada con un candado. Los vecinos se la guardan y defienden.
Con el tiempo se intensifica el deseo de volver ya a los
Bañados, pero ya con una doble exigencia. Queremos ya la titularidad gratuita
de la tierra donde vivimos. Queremos que esta se la última inundación que
sufrimos. Hay tres modos de que esto sea una realidad. Franja Costera o Defensa
Costera o Avenida Costanera que nos defienda de las aguas.
Larga lucha nos espera porque la Municipalidad ni quiere representarnos ni nos
reconoce como asuncenos. Y
sin embargo los que nacieron en los Bañados por una o dos generaciones los son
de verdad y tienen el
derecho de que nadie los expulse de su ciudad.
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