NAVIDAD ES RENACER

Decíamos ayer que Navidad es recordar, pero un recordar activo que nos lleva a renacer.

Cada año conmemoramos el Nacimiento del Niño Jesús. Dios venido a la Tierra en la persona de un niño. Algo impensable. Nunca visto ni creído. Y, sin embargo, una realidad de FE en la que creemos más mil millones de personas.

Navidad es renacer porque en ella podemos ir recobrando esos valores de niño inocente, amoroso, con bondad que nos era como natural y que en el correr de los años fuimos poco a poco perdiendo. Los golpes de la vida, la flojera propia y la maldad ajena nos fueron cambiando.

Nos hicimos egoístas y cada uno se consideró como el centro del mundo, cuando somos solamente una partecita de el. Atesoramos cosas y riquezas, como si al morir nos fuéramos a llevarnos todo aquello con nosotros. Destrozamos y robamos a vidas humanas en su dignidad o pertenencias, como si fuéramos los dueños de ellas.

Todo esto es horrible y nos ha destrozado, pero todavía estamos a tiempo de renacer y poderlo recobrar.

En la Navidad, no lo olvidemos, lo imposible se hizo posible. Lo nunca pensado se hizo realidad.

Y nosotros podemos cambiarnos y renacer porque todavía estamos a tiempo. Quizás no tendremos muchos años, pero esta Navidad es una recordación de todo esto y de que es posible.

¿De acuerdo? Si es así te felicito por ello. Y, ojalá fuéramos muchos los que quisiéramos cambiar nosotros para así ir cambiando el Paraguay y el mundo.

¿El secreto de todo esto? El convencernos de que la vida es tan corta y es tanto lo que tenemos que hacer para hacerla crecer. Acabo con un convencimiento: no comprendo cómo hay tanta gente aburrida entre nosotros, gentes que dicen no saber qué hacer ni qué decir, ni en qué soñar. No les hecho la culpa, quizás nadie se lo dijo antes, pero es triste.