Entre nosotros no es ninguna noticia, pero sí es motivo de una opinión.
Parece que la primera que lo hizo eligió las horas de la madrugada. Se sentó delante del volante, encendió el motor, sacó la mano mostrando la hora que era en el celular y salió corriendo el auto. Alguien le dejó el testimonio de una fotografía. Se había roto una tradición de siglos en la Arabia Saudita.
Poco después dos chicas saudíes se paseaban alegremente de día en un descapotable conducido por una de ellas.
En este país, aunque el Corán, por supuesto, no dice nada de prohibir a la mujer hacer de chofer, son penadas por diferentes leyes de sus autoridades religiosas. Esto abarca también a las extranjeras. En concreto a las oficiales del ejército norteamericano, destinadas a este país.
Da que pensar y, tal vez, haga reír esta anécdota. Pero muestra la fuerza de ciertos tabúes culturales y lo que cuesta romperlos.
Estos tabúes también existen entre nosotros y convendría irlos descubriendo para irlos borrando. Y hacerlo no es bajar la escala de valores. Es simplemente hacerla valer más y no perder lo esencial por estar entretenidos en cosas secundarias.
El problema está en fijar entre todos con razones válidas, qué sea lo fundamental y que lo accesorio. Es una de las tareas
Urgentes sin queremos hacer ese otro Paraguay en el que soñamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario