lunes, 13 de junio de 2011

TODAVÍA NO HA CONCLUIDO

La Historia avanza pacíficamente, pero, también, con hitos bien definidos. Por eso la tentación de caer en dos engaños.
Si nos fijamos en el avance silencioso y pacífico, pensar que nada avanzamos. Si nos fijamos en esos hitos radicalizados creernos que todo se podía hacer.
El movimiento de multitudes del 15 de mayo es ciertamente un hito como lo fue aquel otro, nacido en mayo de 1968 en Paris, pero distinto.
El Mayo francés fue más radical en su objetivo: dinamitar el sistema. Fue más revolucionario, aunque esta palabra hay que entenderla con la radicalidad de aquellos tiempos. Todo o nada. Pleno de poesía y también de violencia con barricadas defendiéndose y atacando.
El Mayo español fue distinto porque está marcado por el estilo de la juventud actual. Su objetivo es arreglar el sistema. No porque se acepte, sino porque el mal nace de causas que están en sus manos cambiarlas. Con un sentido humano grande: había hasta guarderías para que los padres asistentes dejaran a sus hijos pequeños mientras ellos se reunían.


El Mayo francés acabó. Inclusive el sistema logró asimilar a algunos de sus protagonistas. Su mérito grande fue dar una profunda inspiración a los luchadores que vinieron después.
El Mayo español sigue vivo y aún no sabemos hasta donde llegará. Su mérito es ser un modelo asequible para los luchadores de hoy.
Con los dos la Historia sigue avanzando.

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