Felicito
a todos los compañeros periodistas que intervinieron en el Teletón de este año. Con su esfuerzo ellos
hicieron todo lo posible para que esta
actividad cumpliera sus objetivos
y resolviera los problemas de algunos niños y niñas con capacidad diferente.
Ese
día toda la TV unida hizo lo que tantas
veces pensamos que debiera de ser: no un simple negocio para ganar plata
sino para impulsar promoviendo causas
justas nacionales, que tantas tenemos y están abandonadas.
Sobre
este tema deseo repetir algunas de las reflexiones que se dijeron el sábado 3
último de 7 a 9 a.m. en Radio Fe y
Alegría.
La
labor beneficiosa del Teletón es subsidiaria, sustitutiva, a algo que debiera de hacer el Estado
paraguayo en favor de los niños y niñas con capacidades diferentes y casi no la
hace. Pregunto: ¿es que no sabe cómo realizarla, no quiere o no tiene medios?.
Dejo la respuesta al lector.
He
visto cómo empresas de servicios privados o estatales que dieron su valioso
aporte, sin embargo no dan convenientemente sus debidos servicios, abusan con
exigencias al consumidor o no pagan sus debidas obligaciones a los trabajadores
como manda la ley. ¿Es justo que
aparezcan como generosos bienhechores quienes no cumplen todas sus obligaciones?.
Si
las personas no son atendidas por el Estado por falta de medios, ¿por qué éste
no aumenta los impuestos a los que más ganan como ganaderos y sojeros que los
pagan de forma irrisoria?.
Finalmente
cuando dan esa plata abundante, ¿lo hacen con generosidad de intención o es una
inversión propagandística de marketing?.
Vuelvo
a lo del comienzo. Felicito a los trabajadores y profesionales de los MCS por el
interés que pusieron a ayudar a los niños y niñas en el Teletón.
Pero, también, cuestiono a un Estado
que parece poner poco interés en este asunto, cuando sobre todo es obligación
suya.
Cuando los derechos de los ciudadanos los tiene que asumir la generosidad de las personas, el Estado debiera tentarse las ropas. Pero parece que eso se está haciendo habitual en todas las latitudes.
ResponderEliminarSaludos