Ricardo
Flecha con un grupo de artistas,
abogados etc.. estuvo el jueves en este hospital y nos mandó este mensaje:” Estamos
en el Hospital de Coronel Oviedo con los compañeros de Curuguaty. Tenemos que
hacer algo urgente. Movilizar a la gente”.
Lucia
Agüero, viuda y madre dos niños pequeños (uno de ellos enfermo) y que también está en la huelga de hambre,
escribe, “Casi no tenemos ya esperanza…estamos muy mal y en cualquier momento
podemos perder la vida. Yo ya lo decidí. Si no me dan la libertad, no levanto
la huelga y moriré en la cárcel”.
Si
muere alguno de los huelguistas de Curuguaty con más de 50 días sin comer,
tienen que caer las cabezas de algunos políticos, comenzando por la de Federico
Franco que, sabiendo el peligro mortal en que están, ni apresura la
investigación del fiscal ni se compadece para evitar sus muertes ahora, cuando
todavía está a tiempo en su cargo de ejecutivo.
Si se demuestra en una investigación que Curuguaty fue un complot inventado para cesar
al Presidente democrático y poner el poder en otras manos, Federico Franco tiene
que dimitir. Pero, también si avala con su silencio las muertes de estos presos
de Curuguaty en huelga de hambre porque es el único medio que tienen para
mostrar su inocencia.
Es
la hora de que la ciudadanía tome nota por humanidad de esta situación. La vida
humana es un valor esencial y no podemos ser indiferentes a ella.
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