El
domingo dos doctores hicieron un exhaustivo examen a los cuatro campesinos en huelga de hambre.
Pongo a continuación los resultados.
Juan
Carlos Tilleria, 39 años: debilidad generalizada, dolor de cuello y espalda, ya
no siente hambre ni sed, ay que obligarlo a beber agua. De ánimo y de espíritu
se siente bien.
Luis
Olmedo Paredes, 22 años: debilidad generalizada, mareos de repente ve negro, ya
no siente hambre ni sed, se le obliga a beber agua. Esta con el ánimo triste,
llora mucho. Físicamente no se visibilizan depósitos grasos.
Alcides Ramón Ramírez Paniagua, 27 años: debilidad
generalizada, se levanta sólo para ir al baño y con ayuda, mareos, de repente
ve negro, ya no siente hambre, si sed. Esta con el ánimo triste. Físicamente se
visibilizan depósitos grasos muy escasos.
Lucía
Agüero romero, 25 años: debilidad generalizada, mareos, de repente ve negro,
siente temblores fríos en forma generalizada, a veces siente mucho frío o
calor, ya no siente hambre, ni sed, se obliga a beber agua, pues siente la
lengua seca y acartonada. Esta con el ánimo muy triste, llora, tiene
pesadillas, escucha a su hermano muerto, a veces no le reconoce a la gente.
Físicamente se visibilizan depósitos
grasos.
La
transición a la siguiente etapa del ayuno de los cuatro (consumo de proteínas
generalmente irreversible) depende del agotamiento de reserva de grasas que ya son
escasas. Por lo que consideramos una emergencia para evitar el ingreso a la
fase terminal de las cuatro personas en ayuno, el re-inicio de la ingesta de
alimentos, ya que los mismos corren peligro de vida por que ya no cuenta con
reservas grasas para evitar entrar en el consumo de proteínas (tercera etapa)
con las consiguientes complicaciones: disminución de la inmunidad, infecciones,
edemas, lesiones en la piel, debilidad extrema que le impida la ingestión de
líquidos.
Hoy
miércoles ya llevan 57 días
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