De todos los paraguayos y
paraguayas. Por supuesto que esto se tiene que hacer en todos los países. Pero,
nuestro corazón tiene aspectos especiales.
Los sentimientos nos arrastran
en aciertos y desaciertos. Y cuando se
necesitaría tener junto a un corazón hermoso una
cabeza serena como una barra de hielo, el corazón la invade también.
Esto se nos da en la formación
de una pareja y su desarrollo. Y así nos va en las familias.
Pero, también ocurre en la
política y todavía en mayor grado. No la
pensamos, la sentimos.
Aunque, en realidad, haya un grupito que sí la
piensa fríamente y son los que nos mueven,
allá arriba, como a los hilos de una marioneta.
Así nos tuvieron sesenta años atrapados y nos van a tener otros
sesenta, porque esto de sustituir la
razón por los sentimientos no es exclusivo de los dos partidos tradicionales
sino también de los más progresistas y
recientes.
Sinceramente, presentarnos divididos en unas elecciones los que queremos el Cambio
y cada día aumentar más la
división con decisiones, que serán difícil borrar, no lo comprende hoy la
ciudadanía.
Porque poniendo delante la meta
de un nuevo Paraguay caen todos los objetivos personales o grupales de poder.
No hay excusa ideológica, ni de
poder personal o grupal, ni de ventaja anterior en la militancia, ni de amparo
personal en futuros fueros, ni de purificación de indeseables, ni de rencillas
de carácter o insultos, que justifiquen que se dividan los representantes actuales
que fueron elegidos un 20 de abril por un mismo Pueblo.
Todo
eso hay que dejarlo de lado y tragarse los convenientes sapos y culebras, y
mantener en alto la posibilidad del triunfo del Pueblo, que por cierto y
haciendo todo estos sacrificios, no va a ser nada fácil. Pero, nuestro Pueblo,
y dentro de el los más empobrecidos, se lo merecen.
DOLOR EN EL BAÑADO SUR
Como
en otras ocasiones he tenido que esperar unos días para redactar estas líneas.
Los dos niños quemados vivos, en su casa, el sábado a las 14 horas Adriana (5 años) y
Cristian (once meses), nos ha golpeado demasiado.
Se salvaron tres que huyeron a tiempo. Los
cinco eran como una pandilla de gorriones que, abandonados a su suerte, iban
por el Bañado a donde los recibían con cariño o podían comer algo. Aparecían en el CAFA
de Mil Solidarios todos los días, y aunque se trataba de reuniones d e madres
solteras, ellos se ponían en la fila de
ellas para tomarse un vaso de chocolate con leche y un puñado de coquitos.
Luego, salían volando.
Llegaron
los bomberos y la policía, pero ya todo estaba consumado. Llegaron los MCS y,
como siempre, abundaron en el morbo. Noticia dada con poca humanidad no respetando el dolor de los asistentes. A
cuatro días todavía siguen ahondando en la división sobre quien tuvo la culpa.
Por favor déjennos ya tranquilos. El dolor ha sido demasiado grande.
A
las seis horas llegó la fiscala, extraña
y prepotente. No supo situarse en la tragedia. Malhumorada, sin tacto para la
investigación , cuando todos sufrían.
De
Comueda (Municipalidad) enviaron cinco colchones. Dos nuevos, pero los otros tres indecentes de sucios ,
así como algunas frazadas y sábanas. Aquello era una falta de respeto.
¿La
culpa?. La pobreza suma . Y la culpa de esta pobreza inaguantable ,en un País
millonario en agua, energía, tierra, alimentación y sobre todo en juventud, con
un sistema desastroso de distribución de la riqueza apoyado en la casi total
corrupción de la clase política.
Invito
a todos los lectores a que piensen sobre lo ocurrido en el Bañado Sur. Y que
quién esté libre de culpa en esto tire la primera piedra contra nosotros. No conocen nuestra realidad.
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