miércoles, 28 de noviembre de 2012

BETO CENTURION


Últimamente la muerte nos ha estado cercando a los que soñamos en un Paraguay  mejor.

Fue primero en los cuatro compañeros que hicieron  huelga de hambre hasta las últimas consecuencias. El juez, con poca humanidad,  esperó a que faltaran horas para que  el mal que pudieran recibir fuera irreversible. Seguramente autoridades superiores tuvieron miedo a las consecuencias que se  seguirían, y por su  medio  decretaron  prisión domiciliaria. Así anda la Justicia…, pero  ¿a las órdenes de quien?. Invito a que se investigue.

Paralelamente a los cuatro de Curuguaty, fue  el fallecimiento del gran amigo, patriota, comunicador y cristiano Juan Diaz Bordenave.

 Ahora, sábado 14, fue la muerte, en accidente eléctrico cuando intentaba ser solidario con una persona enferma,  de otro amigo, patriota, comunicador y cristiano, Beto Centurión. Es una lástima que los mejores con estas cuatro cualidades se nos están yendo. Así se hacen notar más los escombros que van quedando.

Muchas veces me había encontrado a Beto en  manifestaciones, esos tiempos de alegría porque luchamos por algo grande, en los que solemos decir “Siempre estamos los mismos”. Lo cual no es exacto porque cada día somos más y con mayor  fuerza y alegría.

En estas  ocasiones, cuando ya era demasiado tarde, se me acercaba para sugerirme “Cuando quieras te llevo a tu casa”. Y lo decía con tanta humildad como si él fuera el que recibía el favor.

Fui compañero de él en Radio Fe y Alegria. En todos los programas grabados de enseñanza hacía de locutor. Cuando no hubo director en la radio él, con su cordura y tranquilidad y con la aceptación que conseguía sin proponérselo,  ayudaba a todos para seguir adelante. Un liderazgo natural indiscutido. Un corazón grande pleno de bondad en un cuerpo inmenso.

Con Juan Diaz Bordenave, Beto Centurión nos seguirá ayudando junto a Dios en estos tiempos tan confusos, en los que  confunden Política con Mercado.

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