Quiero poner sobre la mesa de la opinión pública el debate
democrático sobre el desalojo.
Se trata de que los bañadenses no vuelvan más a sus bañados, una
vez que bajen las aguas, sino que se les acomode en diversas sitios como Ñemby,
Viñas Kue, Sajonia, Capiata, etc… Dicen, por razones de humanidad para no tener
que sufrir otras inundaciones.
Y detrás de
esta idea hay
instituciones oficiales (Municipalidad y Secretaria de Emergencia Nacional),
ONGs, fundaciones, etc… Y, según afirman, cuentan con la plata necesaria de
donaciones y del presupuesto nacional.
El plan es darles casas (no se si pagables o no) en nuevos
barrios con escuela y lugares de esparcimientos. Una vez me dijeron que con
puestos de trabajo. Es un dato no confirmado.
He puesto todas las informaciones que me han llegado. No
aseguro que todas sean
realizables o que falten otras o sobren algunas de ellas.
Paralelamente tengo noticias sobre la reactivación del proyecto
de la Franja
Costera. Consiste en
elevar todo el suelo de los bañados casi metros de altura, como hizo hace años
en un trozo la empresa
Barrail en el Bañado Norte, y sobre ello edificar un barrio o
varios ribereños con chalets, centros de comercio etc… con una magnífica vista
sobre el río Paraguay.
Añadimos un dato muy importante. Una mayoría grande de
bañadenses, hoy en los campamentos, quieren volver a su casa de lo bañados.
Cargando con escombros las lagunas los convirtieron en barrios hoy reconocidos por la Municipalidad. Tienen
una antigüedad estas familias de estar en ellos de 10,20 y hasta cincuenta
años. Y su cercanía al centro de la ciudad les facilita el encontrar algún
trabajo. Todo esto les crea
un vínculo social con el
vecindario. El Bañado es
su valle.
Este es el tema que
deseo poner a debate en mi artículo de UH y en Radio Fe y Alegría 1300 AM.
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