Los intentos del Intendente de Asunción de hacer un grandioso
negocio inmobiliario haciendo una verdadera limpieza étnica de pobres en las siete mil hectáreas ribereñas de la capital,
pone sobre el tapete de la discusión un tema que nos toca a todos.
Los bañadenses en su mayoría no queremos salir de los bañados
donde hemos vivido 10, 20 y hasta cuarenta o cincuenta años.
Hoy comienzo a hablar de la defensa costera apoyado en el libro
“Lucha y tierra urbana en Asunción”.
La defensa costera consiste en un dique de tierra que impide la
entrada de las aguas en período
de creciente dentro de un recinto protegido.
El dique, construido
en forma de doble talud, interno y de cara al río, está formado por arena
limosa del fondo del Paraguay, como el construido en la ciudad de Resistencia
(Argentina) protegiendo 24.000 Has.
Este dique tendría una pendiente de 1:2, uno vertical y dos horizontal.
Montado sobre la superficie natural del terreno y recubierto por una rampa empastada.
Todo coronado por un camino de tres metros de ancho. Todo el dique tendría una
altura cercana a los siete metros.
Échele imaginación y dibuje este dique. Seguramente mientras lo
hace encontrará ventajas y dificultades. Algo muy bueno pues dará materia para
el debate ante otras soluciones que también existen.
Advierto que no escribo todo lo que lleva consigo este dique
como defensa contra las
inundaciones.
Pero, sí quiero repetir lo
del comienzo. Se pretende
una verdadera limpieza étnica de pobres en todos los Bañados de Asunción con miras
a un grandioso negocio inmobiliario. El único impedimento es nuestra presencia. Por eso, el
marketing que se está haciendo para
que nos vayamos a las casas que
se nos ofrecen en Viñas Kue y otros lugares lejanos.
El Bañado es nuestro valle y con la defensa costera ¿no
sufriríamos inundaciones? Vamos a debatirlo otro día.
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