Es la frase con que Luis Adolfo Soler
titulaba su escrito del 27 de abril del 2013.
Es un recuento de datos sobre las últimas elecciones
presidenciales. Los recuerdo hoy porque dan que pensar, aún pidiendo las
correcciones del TSJE. Nos ayudan a comprender la realidad, que
vivimos.
Para el 2013, datos recopilados por Luis Adolfo Soler,
la población del Paraguay era de alrededor de 7 millones de ciudadanos.
No pudieron votar por no tener 18 años cumplidos, 2.500.000
personas. Con los que los potenciales votantes llegaban a 4.500.000 ciudadanos.
De ellos 654.333 nuevos con la inscripción automática y los pocos electores
paraguayos censados en el extranjero.
La cifra final de habilitados para votar el 21 de
abril era de 3.516.273 de los que solamente votamos 2.391.790.
Eso significa que sólo un 53,15% de la población
activa participó en la votación. De hecho, quitando luego, los votos
blancos o nulos, realmente votaron el 50,2%.
A un nivel más amplio, contando la población
total del Paraguay, votaron solamente el 34% de la población.
Y, en concreto, el Presidente Cartes, con el apoyo
de 1.095.469 votantes, el 15,6% de la población total, ganó las
elecciones.
Queda un vacío importante por llenar. Se calcula unos
550.000 paraguayos/as en el gran Buenos Aires. En la zona de Misiones, Formosa,
Chaco y Corrientes uno 200.000 más. Y además hay miles esparcidos por el
mundo. Ellos pudieron haber cambiado las elecciones. Pero la cifra, censada
manualmente para votar de tantos miles, fue ridícula.
No se pudo, no se supo o no se quiso que
votaran. Y conste que hubo un referéndum aprobándolo.
Me alegro encontrar en mi archivo esta
hoja y agradezco a Luis Adolfo Soler el haber editado estos datos
provisorios. Sería interesante que el TSJE los confirmara o pusiera al día.
Pues, aun con estas cifras provisorias delante y
reflexionando en ellas, pienso que algo grave ocurre en nuestra Democracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario