martes, 4 de noviembre de 2014

¿PARAGUAY ESTÁ TERMINADO?


Me lo afirmó un taxista. Pronto se convenció de que yo pensaba diferente. Pero, estuvimos comentando el tema todo el viaje.
Por ejemplo, en salud,  “terminado” significa el fin de una enfermedad terminal. Opama. Se acabó. Después vendrá otra cosa, pero aquella vida humana se terminó allí.
Pero, el Paraguay no ha terminado.
Está en una terapia bien intensiva. Sin embargo, todavía tiene salvación
Los males que teníamos se han agravado y hasta ahora pareciera que no encontramos remedio.
Inclusive, otros males nuevos están apareciendo ahora.
Éramos pobres y la pobreza en la práctica económica va creciendo de un modo alarmante
No teníamos deudas y pobres los que vivan el año 2044, cuando tengamos que pagar en efectivo la deuda completa, sin contar los millones que habremos estado pagando por 30 años de réditos. Y si no lo hiciéramos caeríamos en las garras de los bonos buitres.
Nuestro territorio es comprado en sus tierras productivas en grandes cantidades por extranjeros. El día que en un referéndum mayoritario decidan unirse a Brasil, nuestra Patria se habrá achicado como después de la guerra grande. Esto ya sucedió ya en Bolivia con su territorio del Acre.
Conclusión: en  la microeconomía  vamos mal y somos la mayoría. En  la macroeconomía los 165 multimillonarios paraguayos, sus familias, servidores, empleados y sus cadenas de negocios  estén viviendo en un primer  mundo paraguayo. Ellos son la minoría.
Escribo todo esto sin dar más detalles, pero sí para  ocuparnos  más seriamente de nuestro Paraguay.
La semana pasada el dueño de una despensa en el Mercado 4, un amigo de muchos años, vino a verme y me dio estos consejos para mejorar el Paraguay : referéndum sobre las listas sábanas, impuesto a la renta personal, poner límite al salario de los congresistas y, sobre todo, unirnos lo que queremos al Paraguay.
Agradezco que estos dos compañeros me hayan hecho pensar.

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