Todos ellos están comprendidos entre el 3 de febrero de 1989 y
el 15 de agosto de 2013. Todo ellos fueron líderes en sus comunidades
campesinas. Todos ellos fueron asesinados o desparecidos hasta el día de hoy.
Todos estos 115 crímenes siguen impunes.
Por departamentos el que tiene más
dirigentes campesinos muertos o desaparecidos en Canindeyú con 25. Le siguen
San Pedro con 21 y Concepción con 16. Luego vienen, Caaguazú con 15
y Alto Paraná con 12. Departamentos todos con fuertes organizaciones campesinas
que luchan contra los latifundios o el cultivo avasallador de la
soja.
En estas muertes sobresale de un modo
llamativo la masacre de los 11 asesinados en Marina Kue, cuya consecuencia fue
el quiebre del orden democrático y la vuelta al poder del partido de
la dictadura, apoyando los latifundios de ganadería y la soja y las empresas
multinacionales.
Tomo estos datos del informe
CHOKOKUE de la CODEHUPY.
Abro al azar sus páginas y me encuentro
con Agustín Lesmes Campuzano (30) asesinado en la colonia Ko`ê Porã, Villa
Ygatimi en Canindeyú. El 27 agosto 1999. Rodeada su colonia de latifundios
sufría constantemente el hostigamiento de los parapoliciales de haciendas,
entre las que se encuentra la de Ulises Rodríguez Texeira.
Los campesinos habían denunciado
las fumigaciones indiscriminadas de Texeira y el haberles cerrado el camino
para acceder a la ruta. Fue asesinado por sicarios. Y el caso fue
archivado en la fiscalía porque nunca se investigó.
Más o menos y cambiando
algunas circunstancias, este es el paradigma de los 115
asesinatos.
Todos los casos han quedado en la
impunidad y ningún autor moral fue
castigado. Se amedrenta a las víctimas y testigos.
La actuación de los fiscales se reduce a encubrir a los causantes.
Contaminan la escena de los crímenes, pierden evidencias y no hacen las
investigaciones obligatorias.
Felicito a CODEHUPY por la publicación del informe
CHOKOKUE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario