Es un video de tres minutos
que me enviaron hace dos días y que nos dio para hora y media de programa de
radio con una participación en radio Fe y Alegría 1300 AM de cuarenta llamadas
telefónicas.
Resulta que en el país de los ratones
estos iban cada cinco años a votar. Y, curiosamente, siempre votaban a un gato.
Y por supuesto, este siempre hacía estragos en ellos.
Algunas veces votaban un gato
negro como presidente. Cuando se cansaban de sus fechorías, votaban a un gato
blanco. Pero, todos ellos hacían lo mismo.
Aprovecharse de los ratones. Por supuesto que, en los discursos
electorales prometían todo. Pero, en cuanto llegaban al poder, se olvidaban.
Cansados de tanto mal
llegaron a elegir los ratones un gato blanco con manchas negras o un gato negro
con manchas blancas. Pero, nunca mejoró su suerte.
El mal estaba que elegían siempre
a un gato. A un corrupto, a un prepotente, a un desgraciado egoísta.
Al cabo de muchos años, un día apareció
en el país de los ratones un ratoncito, extranjero. Y le habló claro:
“Compañeros, Uds. eligen siempre mal. Eligen siempre un gato. Elijan presidente
a un ratón de Uds.”.
Aquello fue tan nuevo que lo acusaron de
comunista y lo metieron en la cárcel.
Pero, las ideas no se
encarcelan y las ideas de aquel ratoncito se extendieron por todo el país. Y,
años después, eligieron a un ratón como presidente y las cosas comenzaron a
mejorar. Lastimosamente al segundo ratón que eligieron, cinco años después, los
gatos se lo ganaron y lo engordaron y gobernó como un gato.
Pero, desde entonces los ratones
aprendieron dos cosas. Elegir a un ratón y no dejarlo solo para que los gatos
no se lo ganaran. Y así fueron felices.
¿Quiénes son en el Paraguay los gatos y
quienes somos los ratones? ¿Seguimos votando a los gatos?
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