Queremos participar en la elección de los
miembros nuevos en la Corte Suprema de Justicia.
Y esto podemos hacerlo de varias maneras.
Como ciudadanos fijando el perfil que los aspirantes deben de tener en
las actuales circunstancias políticas.
Como ciudadanos proponiendo nombres de abogados que tienen este
perfil. Primero hablando con ellos, y si quisieran, hacerlos públicos.
Paralelamente hemos de ir evaluando los candidatos que los partidos
políticos propongan, rechazando con firmeza aquellos que fueran indignos de
ocupar ese cargo.
Y, como ciudadanos hemos de celebrar debates y manifestaciones exigiendo
que sean propuestos para las ternas de aspirantes siempre los mejores.
Esta es una propuesta para que los ciudadanos participemos.
Sobre este tema existe un aspecto que nos llama poderosamente la
atención. Los fallos por los que se les pueden imputar a los magistrados de la
Corte Suprema de Justicia, que se quieren cambiar, son de años anteriores e
inclusive sobre ellos se ha celebrado en la Bicameral un juicio político
popular.
Y surge la interrogación de por qué ahora, precisamente ahora,
se les quiere hacer el juicio y con ello la sospecha de ser una maniobra
política. Lo cual dice poco sobre la sinceridad de que los sustitutos
vayan a ser mejores que los que de verdad necesitamos.
¿Se pretenderá aumenta el poder de los que ahora dominan al
Paraguay, cerrando resquicios de disidencia por donde el Pueblo, ciudadanía
organizada, pueda hacer más eficaz su anhelo de libertad y su denuncia contra
la creciente represión que soportamos?
Quiero recordar que ya con los miembros de la Corte Suprema, que
ahora tenemos, la justicia ha retrocedido y en muchas ocasiones se ha visto
frenada. Recordemos, sobre esto último el apoyo de ella que durante años ha
recibido la familia Riquelme para no aceptar que son fiscales las tierras de
Marina Kue.
¿Qué nos ocurrirá, si los nuevos elegidos fuera peores?
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