lunes, 10 de noviembre de 2014

¿SOMOS FELICES?


Es una pregunta que tiene dos respuestas.
Una es la simple de un “si” o un “no”. Cuando hago esta pregunta siempre espero la afirmativa, porque ella expresa alegría en mi hermano y de rebote en mí porque lo veo contento. Aunque, en realidad, eso no basta.
Hay también, que comprender las causas que originan esa felicidad.
Un egoísta que es feliz porque cumple todos sus deseos egoístas, me pone triste.
A un consumista contento porque sigue acumulando  sin cesar cosas, le tengo lástima.
El toxicómano pletórico en la plenitud de su toma, se ha engañado.
La felicidad verdadera tiene que tener sus raíces en mucha humanidad.
¿Cuál será la felicidad en clave de Dios.
Jesús, nos habló de ella y de Dios en la Bienaventuranzas.
Son atrayentes, pero al comienzo nos cuenta trabajo comprender.
“Felices los pobres, los que lloran, los que tienen hambre, los que luchan  por la justicia, los que  luchan por la paz, los que son perseguidos...”
Pero, ¿por qué son felices para Dios estas personas a las que les faltan tantas cosas o que entregan sus vidas con tanto sacrificio  para los demás vivan  mejor?
Y la respuesta es que Dios es amor y lo que más  quiere  es que vivamos la vida en plenitud y por eso se vuelca hacia los que carecen de ese amor y o solamente El sino que desea que sus creyentes pongan sus mejores fuerzas en hacerlos  felices.
Eres pobre, vamos juntos con Dios a luchar para que no haya pobre. Estás llorando por alguna pena o carencia de algo esencial, no llores porque Dios y nosotros vamos a luchar para que no te falte eso. Cuando luches por la justicia no te sientas solo y se feliz porque Dios y nosotros estamos a tu lado.
Las Bienaventuranzas de Jesús son un programa de lucha para dar felicidad a todos. Vivirlo es ser cristiano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario