Con la ceniza impuesta en el día de hoy
comienzan los cuarenta días de cuaresma. Si todos los días son Navidad o Resurrección, también todos los días
del año deberían de ser Cuaresma.
Sin embargo, nos hace bien, para mejor
aprovecharlos, el dividirlos en cada una de sus partes.
Cuaresma es tiempo de preparación para
la Semana Santa y ésta es la plenitud de Jesús en su Vida y en su Resurrección.
¿Cómo puedo yo prepararme para algo tan grande?
Desde la Fe y desde la vida humana
solamente existe el camino de la escoba para quitar de en medio lo que es basura.
Hemos de sincerarnos sobre lo que
debimos de haber hecho y no hicimos. Esto se llama faltas de omisión. Si el
Paraguay no anda bien, es que todos dejamos mucho bueno por hacer. Aquí entra
la denuncia que no hicimos, la acción en la que estuvimos ausentes. La palabra
de ánimo al compañero, que dejamos de dar por pura vagancia.
Aquí, también, hemos de sincerarnos en
lo que hicimos mal. Esto generalmente lo
hacen quienes menos mal hacen. Es curioso. Los verdaderos corruptos, narcos,
ladrones de guante blanco, etc.… ya parecen que perdieron la conciencia del
mal. Por eso, hay que presionarlos. Muchas veces dudo de nuestra eficacia y siempre acabo pensando
que la única solución es separarlos del poder. ¡Porque están atornillados en él!
Cuaresma es tiempo que los que son
responsables de la Iglesia (obispos, sacerdotes, religiosos, laicos) presentemos maneras diversas
de purificarnos con creatividad.
Esto exige un análisis de la persona, de
la familia, del barrio, de todo el Paraguay y, entre todos en grupos, hacer la
limpieza moral, social, política. Y, todo ello, en un sentido positivo con mucha esperanza y una mayor confianza en un Dios que
está con nosotros.
El articulo de mañana es “Avenida
Costanera, que impida inundaciones”.
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